La diabetes es una enfermedad crónica que afecta "a seis millones de personas en España y, sin embargo se trata de una patología marginada, ampliamente desconocida y silenciosa", explica Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabéticos (FEDE) y uno de los ponentes del encuentro que se realizará mañana, a las 18,00 horas, en el centro cultural Marcos Valcárcel.
Los asistentes podrán profundizar en el papel transcendental que juegan las nuevas tecnologías para el control de la diabetes. La actividad, organizada por la Asociación Auria Diabética, y emmarcada en los programas de Diabe+, plantea un enfoque práctico. La inscripción es gratuita hasta completar aforo.
¿Qué aportan las herramientas digitales a los diabéticos?
Los pacientes ganan en calidad de vida. En concreto, con el sistema Flash se consigue que tengan un perfecto control de su patología y que dispongan en todo momento de la información sobre su situación glucémica.
¿Cómo funciona este sistema de monitorización Flash?
Esta tecnología está indicada para personas insulinodependientes, fundamentalmente diabéticos de tipo 1, que deben hacerse multicontroles a diario. Son unos sensores del tamaño de una moneda que se aplican en el brazo y realizan mediciones de glucosa continuamente, marcando además perfiles y tendencias. Tienen una duración de 14 días y su coste ronda los 60 euros.
¿Cómo conseguir que llegue a los pacientes este sistema?
Desde la Federación estamos trabajando intensamente para lograr que estas tecnologías, de una vez por todas, sean financiadas por las administraciones públicas. Ahora mismo, en Galicia, aquellos pacientes que quieran disponer de ellas deben costeárselas ellos. Al final esto lo que crea son diferencias sociales que no son de recibo. En la actualidad, en España, hay cuatro comunidades que disponen de esta tecnología financiada por las consejerías de Sanidad, y lo que intentamos conseguir es que la administración se mentalice con el tema.
¿Cuáles son las bondades de estas tecnologías?
Se enfocan en dos líneas estratégicas fundamentales. En primer lugar, las personas con diabetes tipo 1 deben hacerse un promedio de 3.000 pinchazos al año en los dedos para controlar sus niveles de glucosa. Este sistema permite reducir en un 90% el número de controles capilares. Además, a diferencia de estos pinchazos que aportan un dato puntual, en ese preciso momento, estas tecnologías anticipan cual es la tendencia del nivel de glucosa en la próxima media hora.
¿Qué efectos tendrían en el sistema de salud?
El 70% del gasto sanitario en España viene de las complicaciones de las patologías crónicas. Una persona bien controlada con la información que facilitan estas tecnologías muy posiblemente no va a tener complicaciones. Como ejemplo, una hipoglucemia supone un coste de alrededor de 2.000 euros al hospital, de ahí que supongan un ahorro muy importante a medio plazo para nuestro sistema de salud. Otro dato importante es el hecho de que tan sólo el 50% de los pacientes sigue adecuadamente el tratamiento, debido a lo molesto que puede ser tener que pincharse en los dedos hasta unas ocho veces al día. Las complicaciones que se podrían derivar de este comportamiento se reducirían con el uso de esta tecnología.
¿Existe una concienciación respecto a la diabetes?
En España se producen al año 25.000 muertes por diabetes, lo que supone un promedio de 70 personas al día. Para la OMS es una pandemia mundial. Sin embargo, creo que no se le está dando la importancia necesaria a los efectos que causa esta enfermedad.