Investigadores españoles identifican biomarcadores que delatan a los «falsos delgados». Se trata de personas que, a pesar de tener un peso normal para su estatura, tienen un alto porcentaje de grasa visceral, mayor riesgo de diabetes y de padecer enfermedad cardiovascular.
Un estudio de la Clínica Universidad de Navarra asegura que tres de cada diez delgados son, en realidad, obesos. La investigación valoró a más de 6000 individuos con el objetivo de detectar el grado de error del IMC al diagnosticar obesidad, y finalmente se concluyó que el 29% de las personas que según el indicador están normales de peso, presentan en realidad, obesidad o lo que es igual, un exceso de grasa en su cuerpo.
En relación con este tema, un grupo de investigación en Nutrigenómica y Obesidad de la Universidad de las Islas Baleares, liderado por Andreu Palou y Paula Oliver, ha descubierto biomarcadores tempranos en sangre que permiten identificar los riesgos de salud asociados al fenotipo conocido como obesidad normopeso, es decir, los llamados falsos delgados.
Pero ¿quiénes son los falsos delgados?
Los expertos aseguran que son personas que tienen un peso normal de acorde a su estatura, pero que presentan características relacionadas con la obesidad, como deposición de grasa visceral, y un mayor riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
En este sentido, los expertos han informado de que este síndrome, conocido en la literatura científica como obesidad normopeso, va asociado a la ingesta de dietas desequilibradas, ricas en grasas o con exceso de azúcares sencillos y a un descenso en la actividad física, y constituye un serio problema de salud pública.
En concreto, los investigadores han demostrado en roedores que este fenotipo va asociado a una deposición anómala de grasa en el hígado, aún en ausencia de obesidad, y sin incremento de los niveles en sangre de marcadores clásicos como el colesterol y los triglicéridos que puedan servir como señal de alarma.
Además, los estudios han demostrado por primera vez que la ingesta de una dieta desequilibrada rica en grasas incrementa la expresión de una proteína, la KRT23, en el hígado de los animales con fenotipo falso delgado. Esta proteína ha sido descrita como marcador de enfermedad hepática en personas.
Del mismo modo, han identificado la utilidad del análisis de expresión génica en una fracción de células de la sangre de fácil obtención, las células mononucleares de sangre periférica (PBMC), para monitorizar las desviaciones de salud que se producen en los animales con fenotipo falso delgado.
A raíz de este trabajo, en un artículo publicado recientemente en Food and Nutrition Research, el grupo propone el análisis de la expresión del gen CPT1A, cuyo aumento en células sanguíneas es predictivo del futuro desarrollo de alteraciones tales como la resistencia a la insulina y, particularmente, deposición de grasa en el hígado.