La Lic. Teresa Tafolla, Educadora en Diabetes asegura: “Ha sido demostrado en múltiples estudios científicos que la insulina es el mejor tratamiento para el cuidado de la diabetes.
Por lo mismo, debe ser aprovechada y utilizada efectivamente con una técnica de inyección correcta, de lo contrario, podría haber un descontrol de glucosa importante que podría provocar complicaciones desfavorables a la salud.”
Para optimizar resultados en el tratamiento con insulina, las recomendaciones de la Educadora en Diabetes para una correcta técnica de inyección son:
Prueba de hemoglobina glucosilada. Hoy en día es la prueba más fidedigna para medir el control que se lleva de la diabetes, ya que promedia cada 3 meses las cifras de glucosa en la sangre, de acuerdo a la cantidad de eritrocitos (células rojas de la sangre que contiene hemoglobina) que se encuentran impregnados de glucosa en su tiempo de vida (a eso se refiere que estén glucosilados). Es por ello que la prueba debe realizarse con esta frecuencia.
Utilizar agujas cortas. La insulina debe llegar únicamente al tejido subcutáneo, ya que es ahí donde actúa de la mejor manera. Para lograrlo, las agujas deben ser ultra cortas y Ultra Finas, de 4mm en dispositivos de pluma y 6mm en jeringa convencional.
Tecnología PentaPoint. Como lo indica su nombre, la punta de las agujas tienen 5 biseles formando una punta de diamante, lo cual representa una importante disminución de dolor al penetrar la piel. Se recomienda altamente ya que fomenta la adherencia del tratamiento, haciéndolo más amable y cómodo.
Sitios de inyección. Los sitios ideales son abdomen (no tan cerca del ombligo), muslos, glúteos y brazo, ya que son las partes del cuerpo con mayor cantidad de tejido subcutáneo, lo que las vuelve adecuadas para la aplicación de insulina.
Rotación de sitios de inyección. Es importante cambiar del lugar de inyección con frecuencia para evitar graves consecuencias a la salud, incluidas las lipodistrofias. Dejar espacio mínimo del ancho de un dedo de distancia entre un piquete y otro dentro de la misma zona, y variar las zonas aproximadamente cada 4 semanas. El uso de plantillas de rotación es de gran utilidad para este fin.
No reutilizar agujas y jeringas. Todos los dispositivos de inyección se deben usar sólo una vez, para evitar daños en la piel y evitar alteraciones en las dosis prescritas de insulina, entre otras posibles complicaciones que afectan el éxito del tratamiento.
Alimentación y actividad física. Como parte del tratamiento integral para el control de la diabetes y reforzamiento del tratamiento de insulina, se debe cuidar la alimentación saludable y balanceada previamente aprobada por el médico tratante así como una activación física adecuada de acuerdo a las posibilidades del paciente, ya que el ejercicio ayuda a que la insulina trabaje mejor en el cuerpo y a controlar el sobrepeso y obesidad que muchas veces acompaña el padecimiento.
La Lic. Tafolla concluye: “Todas las recomendaciones y condiciones del tratamiento deben ser supervisadas y aprobadas por el equipo de salud del paciente, ya sea el médico tratante o profesionales de la salud. Es muy sencillo y accesible lograr una técnica de inyección correcta, con disciplina y constancia la optimización del tratamiento de insulina logrará importantes beneficios a la salud”.