En la diabetes, las alteraciones del metabolismo lipídico y glucídico, las lesiones de los vasos sanguíneos de pequeño calibre y la afectación neurológica pueden estar asociadas a lesiones cutáneas. Cerca del 30% de los pacientes pueden tener manifestaciones cutáneas relacionadas o atribuibles a su enfermedad.

La Dra. Ana Belén Cid Sánhez, médico de familia en Granada, España, nos provee una información importante, producto de recientes investigaciones.

En primer lugar, manifiesta que existen aspectos farmacológicos, los cuáles se clasificarán según tengan relación con alteraciones metabólicas, con degeneraciones crónicas o que simplemente se asocien con mayor frecuencia a la diabetes.

Los pacientes diabéticos presentan un aumento de la susceptibilidad a las infecciones estafilocócicas, coliformes y por pseudomonas.

La infección por Cándida albicans es también común. Son más severas las piodermitis, como las forunculosis y más frecuentes el eritrasma y las dermatofitosis: tiña pedis (pie de atleta) puede originar una sobreinfección bacteriana que de lugar a gangrena y con ello la pérdida de la extremidad.

Por lo tanto es muy importante el cuidado de los pies(riesgo aumentado por aterosclerosis y neuropatía periférica),que debe incluir cuidados regulares por un podólogo, calzado adecuado, lavado meticuloso con antisépticos, secado y aplicación de emolientes y tratamiento precoz de úlceras, ampollas, tiñas, etc…

Por otro lado, el ectima de las piernas es una lesión muy rebelde, dolorosa y suele prolongarse. Comienza siendo una vesícula de variado tamaño conteniendo líquido serohemático. Posteriormente se forma una lesión costrosa. Tiene carácter extensivo, es rebelde y puede originar otras lesiones que a veces son confluentes.

Los gérmenes que se encuentran como causa de la infección son estafilococos y estreptococos. La evolución de esta lesión es extensiva y puede repercutir sobre el estado general y sobre la marcha de la diabetes. Se recurrirá al tratamiento local, a la medicación antibiótica, a los medios dietéticos y medicamentosos tendientes a recuperar el equilibrio metabólico.

Hay cuatro procesos que tienden a relacionarse específicamente con la diabetes: otitis externa maligna por Pseudomona aeruginosa (suele aparecer en ancianos y se caracteriza por dolor intenso del oído, supuración, fiebre y leucocitosis.

Los tejidos que rodean la oreja están hinchados y muy sensibles), mucormicosis rinocerebral (es una rara infección por hongos que suele aparecer durante o después de un episodio de cetoacidosis diabética, comienza de forma brusca con hinchazón perinasal y periorbitaria, dolor, secreción nasal sanguinolenta y aumento de lagrimeo.

La mucosa nasal y los tejidos adyacentes se tornan negros y se necrosan), colecistitis enfisematosa (tiende a afectar a los diabéticos varones, a diferencia de la colecistitis habitual, que predomina en mujeres. El diagnóstico se hace al descubrir la presencia de gas en la pared de la vesícula en las radiografías simples de abdomen) y pielonefritis enfisematosa (se caracteriza por el hallazgo de gas en el riñón o el espacio perirrenal).

Xantomatosis

La misma comoprende una serie de procesos normo o hiperlipémicos caracterizados por la presencia en la dermis de histiocitos espumosos llenos de lípidos en acúmulos.

Xantomas eruptivos (pápulas dérmicas amarillentas de < 5mm de diámetro, con tendencia a localizarse en zonas extensoras de extremidades, que aparecen de forma súbita rodeados de un halo eritematoso), se deben a un aumento de quilomicrones y frecuentemente secundarios a diabetes mal controlada, alcoholismo o ingesta de estrógenos, e hiperlipoproteinemias I y V sobre todo. Desaparecen con el control de la glucemia.

Manifestaciones por complicaciones degenerativas crónicas

Estas se deben a la microangiopatí o una afectación de los pequeños vasos sanguíneos. A menudo se asocia a una diabetes y en algunos casos existen factores geneticos y a cambios en el tejido conectivo dérmico y la inervación cutánea. Por igual puede suceder la Dermopatía diabética o ”manchas brillantes”.

EStas representan placas irregulares marrones, atróficas o cicatrices deprimidas en la pie, de bordes elevados, con costras por su parte externa y ulceración central, asintomáticas en la cara anterior de las piernas. Algunas placas se distribuyen a veces de forma lineal. Desaparecen espontáneamente tras 12-18 meses, pero siguen apareciendo nuevas dando un aspecto estacionario.

Se piensa que son debidas a la microangiopatía subyacente o una afectación de los pequeños vasos sanguíneos. A menudo se asocia a una diabetes y en algunos casos existen factores geneticos. Puede afectar a varias partes del cuerpo, especialmente a los ojos (retinopatía diabetic) o a los riñones (nefropatía).

Provoca una mala irrigación sanguínea que puede conducir a graves complicaciones como una ceguera o una insuficiencia renal. No existe un tratamiento específico. Especialmente importante es la prevención de los factores de riesgo de la diabetes (la obesidad, el alcoholismo, la hipertensión arterial y el sedentarismo). Es la manifestación más frecuente de los diabéticos.

Bullosis diabética

Las cuáles se expresan por ampollas subepidérmicas, tensas sobre piel sana que curan sin cicatriz en 2-3 semanas. Suelen localizarse en piernas y pies y debe hacerse diagnóstico diferencial con las enfermedades ampollosas autoinmunes.

Escleredema adultorum (escleredema de Buschke)

Consiste en una induración del cuello que rápidamente se extiende hacia los hombros, la cara y la parte superior del tórax. Produce limitación de la movilidad articular en las zonas afectas. Evolución tórpida. Histológicamente se aprecia colágeno engrosado y depósito de glucosaminoglicanos. Persiste durante largos periodos de tiempo. Hay que hacer diagnóstico diferencial con la esclerodermia sistémica.

Eritema y necrosis

Enrojecimiento facial en diabéticos de larga evolución .Lesiones simulando erisipelas en extremidades inferiores que pueden terminar en necrosis y destrucción de hueso subyacente. Son áreas edematosas e indoloras.