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El primer páncreas artificial es una realidad en la Argentina

fer's profile photo   30/11/2016 19:56

  
fer
30/11/2016 19:56

Concluyó con éxito el ensayo clínico en pacientes con diabetes tipo 1; se espera que para el año próximo se comercialice.

Una muy buena noticia para quienes sufren de diabetes tipo 1 surgió esta semana en la Argentina, cuando médicos especialistas locales y científicos extranjeros anunciaron que finalizó con éxito la fase de pruebas clínicas del primer "páncreas artificial", un desarrollo argentino en experimentación a nivel mundial.

El nuevo dispositivo es capaz de reemplazar el funcionamiento del órgano humano, encargado de modular la liberación de insulina al interconectar y coordinar el funcionamiento del monitor continuo y la bomba de glucosa, una forma de regular de forma automática el valor de azúcar en sangre, sin necesidad de que el paciente deba realizar las correcciones manuales con insulina habituales en el manejo de la diabetes tipo 1.

Aproximadamente 1 de cada 10 personas adultas en el país viven con diabetes, según los últimos datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La diabetes tipo 2 es la forma más común y la tipo 1 suele diagnosticarse en niños y jóvenes. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. La insulina es la hormona necesaria para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en la energía necesaria para la vida diaria. Solo 5% de las personas con diabetes tienen este tipo.

"Asegurar que los niveles de glucosa no se eleven demasiado (hiperglucemia) ni bajen demasiado (hipoglucemia) es muy desafiante para personas con diabetes. La hipoglucemia es particularmente preocupante, puesto que puede llevar a la pérdida de conciencia, convulsiones y, en casos severos, incluso a la muerte", afirmó a LA NACION uno de los más destacados investigadores en nuevas tecnologías de bombas de insulina, el doctor Thomas Danne, director del Departamento de Pediatría General y Endocrinología de la escuela de Medicina de Hannover, en Alemania, que disertó durante el reciente XX Congreso Argentino de Diabetes que se desarrolló semanas atrás en Buenos Aires.

"Suspendiendo la infusión de insulina antes que la glucosa alcance un límite bajo, ayuda a prevenir un episodio grave de hipoglucemia, convirtiendo esta tecnología en una valiosa herramienta para lograr un mejor control de la glucosa y lo pueden utilizar tanto adultos como niños", agregó el especialista.

La tecnología de suspensión predictiva de insulina, es la primera de su tipo en el mundo y está diseñada para proteger mejor a personas con diabetes ante bajas durante el día y la noche con múltiples configuraciones de límite bajo que se pueden personalizar a necesidades individuales.

Avance científico

El avance científico-tecnológico, llevado adelante por médicos investigadores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) que sumaron hace médicos del Hospital Italiano y científicos de la Universidad de Virginia, en EE.UU. es gracias a un software instalado en un smartphone, que realiza cálculos "de valor histórico y predictivo", además de almacenar la información y enviar los datos a un centro de monitoreo remoto que le permite al médico seguir por teléfono la evolución del paciente.

"El proyecto se inició en el ITBA hace seis años y luego se incorporaron médicos del Hospital Italiano en 2013 y dos universidades locales y una extranjera. Los fondos provienen de una fundación privada llamada Nuria, muy interesada en esta enfermedad", explico a LA NACION el doctor Ricardo Sánchez Peña, investigador del ITBA y referente técnico principal del proyecto.

El especialista explicó que la diferencia del desarrollo local con el de otros países son los algoritmos de control. "Tanto el monitor de glucosa como la bomba de insulina ya estaban en el mercado, pero la diferencia está en el algoritmo del software, indicó Sánchez Peña.

Si bien el sistema está en fase experimental y la Anmat recién aprobó la prueba clínica, se espera que el desarrollo tecnológico sea una realidad en el mercado a partir de los siguientes años.

"Hoy es posible evitar las complicaciones crónicas de la diabetes tipo 1, y el páncreas artificial será seguramente la herramienta más eficaz para lograrlo", afirmó en conferencia de prensa el doctor Luis Grosembacher, investigador principal del estudio y jefe de la sección Diabetes del servicio de Endocrinología del Hospital Italiano.

"La finalidad de este desarrollo científico es lograr objetivos glucémicos estables entre 70 y 180 mg/dl, lo cual en una persona que no regula la secreción de insulina según la glucosa (en sangre), sin duda va a disminuir la incidencia de complicaciones crónicas a largo plazo", precisó el especialista.

"Es posible medir la glucosa en forma continua y, en forma individual o separada, infundir insulina según esta glucosa a través de una bomba. Pero la posibilidad de que la bomba en forma automática infunda la insulina según la glucosa fue una consecuencia que fue emergiendo del avance de la tecnología, y los que hicieron un gran aporte en este sentido fueron los ingenieros", indicó Grosembacher.

Y agregó: "Lograr objetivos glucémicos estables en una persona que no tiene un páncreas que regula la secreción de insulina y hacerlo en forma artificial va a reducir la incidencia de complicaciones crónicas a largo plazo en estos pacientes", añade el especialista. "Con el páncreas artificial es posible evitar las complicaciones crónicas".

Esta fue la primera prueba de ensayos clínicos realizada en el país y en Latinoamérica, en el marco del ensayo global que está efectuando el conglomerado de organizaciones científicas que desarrolló este dispositivo. Fue en cinco pacientes del hospital, que se hospitalizaron hospitalizados para ser evaluados y monitoreados de forma constante durante 36 horas.

Cómo funciona el dispositivo

El dispositivo está compuesto por un sensor continuo de glucosa y una bomba de infusión de insulina, ambos conectados vía bluetooth a un teléfono celular que tiene instalado un software con un algoritmo que va sacando, mediante cálculos matemáticos, los valores de insulina que necesita el paciente. Para ello, el paciente debe introducir algunos datos, como qué va a comer y a qué hora.

"Ya estamos avanzando en una segunda etapa, para la que se está trabajando en un nuevo algoritmo de control para aumentar la autonomía y disminuir aún más la necesidad de intervención del paciente", anunció Grosembacher.

"La segunda etapa del proyecto se hará con un algoritmo creando pura y netamente en Argentina", a partir de un trabajo conjunto del ITBA y las universidades nacionales de Quilmes y La Plata", precisó Daniel Cherñavvsky, asesor principal de la Universidad de Virginia, que adelantó que se apunta a que haya una intervención aún menor del paciente para no ingresar tantos datos.

En la Argentina hay unas 300.000 personas que padecen diabetes tipo 1, por lo que este anuncio de un nuevo dispositivo médico, es un motivo para celebrar, al igual que pacientes de también ensayan simultáneamente su eficacia en Estados Unidos, Canadá, Argentina, Francia, Italia e Israel.

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ceciii
01/12/2016 02:08

Que buena noticia!!!

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imara
01/12/2016 15:25

Planteo algunas reflexiones, sin ánimos de destruir ni desesperanzar y, desde luego, desde mi desconocimiento del aparato concretísimo con el que hacen las investigaciones:

La cosa se basa en un medidor continuo para decidir si se administra o deja de administrar insulina: ¿y si el medidor continuo no es fiable? ¿A qué llaman fiable? Porque si llaman fiable a los que actualmente parece que predominan en el mercado como el dexcom o el freestyle, eso no es fiable para administrar insulina, porque diferencias de valores de 40, 50, 60, 70 que muchas veces dan esos aparatitos puede suponer una hipo o una hiper.
Mientras no sea de una fiabilidad de más del 90%, prefiero confiar en mi autocontrol que en el de una máquina, mientras pueda.

La otra cuestión me surge al hilo de lo que dice sobre que la persona que lo use habrá de introducir datos sobre qué va a comer y a qué hora... Eso se llama hiperprevisión, y no siempre se sabe con antelación, ni muchísimo menos lo que se va a hacer ni la situación en la que se va a estar; no somos máquinas, la vida son imprevistos a muchas horas. Y además, yo ya lo introduzco manualmente en mi libreta diaria, donde anoto qué como, cómo me siento, la hora, los valores...Lo cual me sirve para apoyar la asimilación gradual de unos conocimientos internos que no me dan las matemáticas y que ninguna máquina puede sustituir. Y si no tengo bastante y necesito recordar, voy a la libretita y miro. En eso sí que sería más rápido que la máquina me dijera o recordara por ella misma lo que comí otro día. Pero, ¿puede la máquina prever otras situaciones? Así que de nuevo, es necesario el uso de nuestro cerebro de manera lo más equilibrada posible (el emocional y el racional); y siempre lo será. Si pedimos que una máquina nos facilite las cosas, debería ser menos requeridora de datos y de una fiabilidad exquisita (lo dicho, a mí introducir datos en pantallas me marea, me acelera, me sobreestimula el cerebro; y a muchas otras personas también: hay mucha literatura médica sobre cómo influyen las pantallas y las luces y los excesos de información en nuestro sistema nervioso).

En fin, sencillamente preguntas que me vienen a la cabeza, más allá de que a todos nos gustaría que la vida nos resultase más fácil.
Pero mira, esto me recuerda otra imagen: estamos en una sociedad que destruye bosques a montones, y luego se infla a reforestar con el discurso de "qué guays y ecológicos y protectores de la naturaleza que somos". En este caso, más de lo mismo: una sociedad hiperestimulante, hiperestresante, hipercompetitiva, hipercontaminadora... provocadora de múltiples enfermedades que luego pretende resolver con maquinitas, en lugar de potenciar el autoconocimiento y la inteligencia emocional (ahora empieza la cosa a moverse en cuestiones educativas, a haber algunos intentos de pinitos, cuando ya estamos muy con el agua al cuello). Ya ves. Y esto no es una apología contra la tecnología que, usada adecuadamente y sin abusos, como todo, es muy útil. Esto sencillamente es una observación de la realidad en la que me muevo día a día. Que he de aceptar, si quiero seguir viviendo hasta que mi cuerpo vuelva al polvo, claro :-P

Abrazos :-)

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