Un estudio liderado por la Universidad de Barcelona muestra que el incremento en ratones de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que se encargan de transportar los triglicéridos en la sangre, puede provocar un empeoramiento de la resistencia a la insulina, lo que favorece el desarrollo de diabetes tipo 2.
El trabajo ha sido publicado en la revista Diabetología y ha estado dirigido por Manuel Vázquez, investigador de la Unidad de Farmacología y Farmacognosia de la Universidad de Barcelona y miembro del Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas.
El trabajo se ha realizado con células musculares de ratones, que forman parte del tejido que más glucosa utiliza en respuesta a la acción de la insulina, con el objetivo de comprobar el impacto del aumento de las VLDL en la resistencia a esta hormona.
“Hasta ahora sabíamos que la resistencia a la insulina provoca dislipemia aterogénica, que se inicia con un aumento de las VLDL –y por tanto de triglicéridos– que acaba provocando una reducción del colesterol HDL y de las partículas de colesterol LDL más pequeñas y densas que se asocian a un aumento del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular”, explica Manuel Vázquez. “En cambio, se desconocía cuál era el efecto de las VLDL en la resistencia a la insulina”.
Los resultados muestran que las VLDL pueden provocar un incremento de la resistencia a la insulina, que precede y predice el desarrollo de diabetes tipo 2. “Estas lipoproteínas incrementan un proceso conocido como estrés del retículo endoplasmático, que favorece la inflamación y la resistencia a la insulina. También hemos demostrado que el componente de las VLDL que favorece estos procesos sería una apoproteína que forma parte de las VLDL, la ApoCIII”.
Para los investigadores, el estudio muestra la necesidad de prestar más atención al incremento de los triglicéridos en los pacientes diabéticos y abre la puerta al diseño de tratamientos más agresivos para reducirlos. “Dado que estos resultados parecen indicar que los triglicéridos son otro factor que puede contribuir a provocar resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2, un mejor control de las VLDL y los triglicéridos podría ser una terapia adecuada para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad”.