En Canadá una de cada cuatro personas vive con diabetes o prediabetes, pero en diez años uno de cada tres canadienses estarán viviendo con diabetes o prediabetes, prevé la Asociación Canadiense de Diabetes.
En Canadá se estima que una de cada diez muertes en 2009 fue atribuible a la diabetes, enfermedad que padecen 3.5 millones de canadienses, pero que para 2026 el número crecerá a 4.9 millones.
La Asociación indica que el total de casos de prediabetes y diabetes en Canadá es de 11 millones de personas y que para 2026 crecerá a 13.9 millones.
Se prevé que las complicaciones relacionadas con la diabetes están asociadas a la muerte temprana y que esta enfermedad reduce la vida de una persona entre cinco y 15 años.
Un enfermo de diabetes está tres veces más propenso a ser hospitalizado que una persona con una enfermedad cardiovascular.
La diabetes contribuye al 30 por ciento de ataques fulminantes, 40 por ciento de ataques al corazón y 50 por ciento de insuficiencia renal que requiere diálisis.
El costo de esta enfermedad para el sistema de salud pública canadiense es de 3.4 mil millones de dólares, pero en diez años crecerá a cinco mil millones de dólares, según estima la Asociación Canadiense de Diabetes.
El impacto de esta enfermedad en el sistema de salud pública y en la economía fue de 11.7 mil millones de dólares en 2010 y para 2020 será de 16 mil millones de dólares, señala la Asociación.
Agrega que los casos de diabetes en el país se han duplicado en una década y continuarán creciendo.
“Actualmente, uno de cada cuatro canadienses vive con diabetes y los casos crecerán, a menos que tomemos acciones”, advierten los especialistas.
Debido a los altos índices de casos de obesidad entre las comunidades indígenas (Primeras Naciones) la tasa de diabetes es de tres a cinco veces más que en la población en general.
Con una población mayoritariamente de edad madura, con un 60 por ciento de canadienses con sobrepeso y obesidad y una vida sedentaria, son factores que favorecen la prevalencia de esta enfermedad en el país de América del Norte.
En Canadá existe tecnología avanzada que permite hacer un buen diagnóstico del paciente, por ejemplo con enfermedad ocular asociada con la diabetes, dijo a Notimex la doctora Mónica Cortés.
“La diabetes es una enfermedad sistémica que afecta el cuerpo y el ojo no se escapa a esa realidad, es uno de los órganos –junto con los riñones— que se ven más afectados en el cuerpo”.
Se cuenta con el examen OCT, que es una tomografía de la retina que evalúa las capas de la retina y permite ver cuál es el daño en el ojo producto de la diabetes.
También existe el FRG que es un examen (angiografía flurogénica) en donde se le coloca al paciente una sustancia de contraste a través de una inyección y se toman fotos de la retina para evaluar el flujo sanguíneo de la retina.
“Si la retinopatía diabética tiene estados intermedios y avanzados el paciente es referido al especialista (oftalmólogo) para recibir tratamiento con láser o inyecciones intravitreas”.
La doctora, graduada en Venezuela en oftalmología y certificada en Canadá como optometrista, refirió que casi toda la atención médica al paciente con diabetes está cubierta por el sistema público de salud OHIP (en Ontario).
“Las consultas médicas, todos los exámenes OCT y FRG, tratamiento con láser y algunas inyecciones intravitreas son cubiertas por el OHIP. Los médicos de familia generalmente refieren al paciente diabético para un examen visual a fin de prevenir cualquier alteración del ojo producto de la diabetes”.
Además, destacó que el control de la diabetes depende de un manejo multidisciplinario la colaboración del médico de familia, el optometrista, el endocrinólogo, así como una dieta sana y ejercicio, por lo que el servicio de salud canadiense promueve diversos programas de atención a diabéticos.
En 1999 se creó la Estrategia Canadiense para la Diabetes (CDS) con un fondo de 115 millones de dólares para los primeros cinco años y se enfocó en la prevención y en el cuidado de pacientes con diabetes tipo 2.
En 2005 la CDS se incorporó a la Estrategia Integrada para Pacientes con Enfermedades Crónicas, con fondos anuales por 18 millones de dólares, enfocada en prevenir la enfermedad crónica y apoyar la detección temprana.
El gobierno federal también estableció un programa exclusivo para los indígenas con diabetes (ADI) con 600 programas de atención a los pacientes.
También se cuenta con un Sistema Canadiense de Vigilancia de Enfermedades Crónicas, con la colaboración de las 10 provincias y tres territorios del país.
Canadá estableció en 2010 un programa nacional para combatir los casos de obesidad infantil promoviendo “un peso saludable”.
La Asociación Canadiense de Diabetes señala que este año alrededor de 29 por ciento de los canadienses tienen diabetes o prediabetes y ubica a los indígenas y los inmigrantes de Asia, Latinoamérica y África como los más propensos.
A pesar de que los enfermos de diabetes tienen acceso al servicio público de salud OHIP deben pagar por ciertos medicamentos o tratamientos no cubiertos por el plan gubernamental, lo cual puede llegar a un gasto de mil 500 dólares al año (22 mil 870 pesos).
Se estima que 50 por ciento de casos de diabetes tipo 2 pudieron haber sido prevenidos con una alimentación saludable y ejercicio.