Josep Franch. Médico de AP. ABS Raval Sud. Barcelona. Miembro de la Fundación RedGDPS (Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud)
«El manejo de la diabetes es mucho más que el control de la glucemia»
–¿Qué signos y síntomas son indicativos de que una persona puede ser diabética?
–Existen criterios clínicos que hacen sospechar la existencia de diabetes. El principal, sin duda, es la obesidad, que si va acompañada de sedentarismo y de un estilo de vida no saludable provoca que la probabilidad de diabetes sea mucho más elevada. Los médicos tratamos de diagnosticar la enfermedad cuando todavía no hay ningún síntoma. Cuando los hay, significa que hemos llegado tarde. Cuando existe una glucemia sostenida, los síntomas clásicos son mucha hambre, mucha sed y necesidad frecuente de orinar. Y más tarde llegaríamos en el caso de observar los síntomas de las complicaciones crónicas de la enfermedad. Por lo tanto, lo ideal es detectar la diabetes cuando la persona es asintomática en presencia de factores de riesgo para desarrollarla.
–¿Qué importancia tiene en el manejo de la diabetes un adecuado control glucémico?
–El manejo de la diabetes es mucho más que el control de la glucemia. La importancia de la enfermedad reside en que aumenta la probabilidad de desarrollar complicaciones que empeorarán la calidad de vida de las personas. Si queremos evitar estas complicaciones, no es suficiente con controlar la glucemia, sino que deberemos controlar otros factores como la presión arterial, los niveles lipídicos, aconsejar que el paciente no fume, que siga una vida sana, etc. Es mejor un control relativo de todos los factores de riesgo que un control intensivo de uno solo.
–¿Por qué la glucemia no se controla bien en todos los pacientes?
–Influyen muchos factores, desde la propia historia natural de la enfermedad, que es progresiva y más difícil de controlar a medida que avanza, hasta otros derivados del sistema sanitario, del tipo de medicamentos utilizados o de limitaciones existentes relativas a las medidas de atención sanitaria. Tampoco debemos olvidar los factores que son responsabilidad directa del paciente, como una posible falta de educación sanitaria o de adherencia al tratamiento.
–¿Qué avances se han producido durante los últimos años en el abordaje de la diabetes?
–Durante los últimos años han aparecido varias familias terapéuticas nuevas, avaladas con estudios en profundidad y con seguimiento de grandes volúmenes de pacientes. Estos avances terapéuticos han demostrado no sólo que es posible controlar los factores de riesgo y reducir las glucemias, sino que también en algunos casos es factible reducir las complicaciones, entre ellas la enfermedad cardiovascular. En algunos estudios se ha observado que el uso de determinados fármacos consigue reducir la mortalidad en pacientes diabéticos y que tengan menos infartos de miocardio o menos ictus. En estos momentos disponemos de una amplia farmacopea, distintas familias terapéuticas con distintos mecanismos de acción que podemos combinar para atacar a la enfermedad desde varios frentes. Esta posibilidad de combinar fármacos de distinto tipo es lo que está consiguiendo controlar mejor la enfermedad.
–¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta actualmente el manejo de la diabetes?
–El futuro ofrece muchas posibilidades. Se están investigando más familias de fármacos con nuevos mecanismos de acción con el fin de controlar mejor la enfermedad con los mínimos efectos secundarios. Por otro lado, también se está avanzando en el ámbito de la tecnología: medidores de glucosa, sensores, monitorización continua, etc., que permiten que el paciente sepa en todo momento cuáles son sus niveles glucémicos para tomar decisiones para mantener un adecuado control. Si todo esto lo combinamos con una mejor educación diabetológica para que el paciente asuma la responsabilidad del control de su enfermedad, todo esto permitirá que la diabetes esté cada vez mejor controlada y provoque menos complicaciones.