Buenas. Os comparto esta experiencia personal y reciente, porque seguro que mucha gente, igual que yo, no lo sabe, para que no les pase lo mismo que a mí y se lleven un susto. Hace poco tuve que viajar en avión, y como me preocupaba que en los controles me pusieran pegas o incluso me obligaran a dejar la insulina (con la excusa de los líquidos o algo parecido), pues decidí meter un par de bolis de lantus y novorapid en la maleta que facturé, por si acaso. En el viaje de vuelta volví a facturar estos mismos bolis. Cada trayecto fue de unas 3 horas de vuelo. Ya de vuelta en casa, al poco tiempo, empecé a tener valores poco habituales, no bajaba de 180 y muchas veces tenía 300 y pico, y eso comiendo menos, pinchándome dosis cada vez mayores y luego encima intentando corregir... Estuve así unos días sin saber qué pasaba, hasta que caí en la cuenta de que estaba usando justamente esos bolis que fueron en la bodega, busqué en internet y confirme mis sospechas, y es que las insulinas se degradan en la bodega del avión. Inmediatamente empecé a usar otros bolis que no llevé en ese viaje y volví a los valores habituales (que tampoco es que estén muy bien últimamente, pero nada que ver). No facturéis vuestras insulinas, llevadlas siempre en el equipaje de mano. Saludos.