Un estudio danés muestra que el tratamiento intensivo y multifactorial en pacientes con diabetes tipo 2 y microalbuminuria aumenta la esperanza de vida en una media de ocho años. Los resultados de este trabajo, coordinado por Peter Gaede, del Hospital Slagelse y de la Universidad del Sur de Dinamarca, en Odense, se han publicado en la revista Diabetologia.
El objetivo principal del estudio Steno-2, en palabras de su autor principal, es favorecer y enfatizar la necesidad de intensificar el tratamiento para los diversos factores de riesgo modificables en pacientes con diabetes tipo 2 con mal pronóstico. Durante al menos ocho años se comparó la terapia intensiva con la estándar en diabéticos tipo 2 y microalbuminuria.
En resultados previos de este estudio se demostró la eficacia sin precedentes de intervenciones multifactoriales estructuradas donde el desarrollo de complicaciones en los ojos, los riñones, las piernas, el corazón y el cerebro se reducía a la mitad si se comparaba con el tratamiento convencional. Este trabajo se ha centrado en analizar las diferencias en la esperanza de vida con los dos tratamientos. Se midió el éxito del tratamiento en términos de años de vida ganados, ya que la esperanza de vida en dibéticos 2 con microalbuminuria no es buena.
Centros especializados
En el grupo de terapia intensiva, el tratamiento se implantó en centros especializados en diabetes y se coordinó con pautas educacionales de dieta y ejercicio. El tratamiento combinado se centró control de la glucosa, de lípidos, plaquetas, hipertensión y microalbuminuria. Por el contrario, el grupo de terapia convencional fue seguido por médicos generales y que se derivó a especialistas si lo requería el tratamiento.
En el seguimiento a 21 años después de iniciarse el estudio, 38 pacientes de terapia intensiva fallecieron frente a 55 en el grupo de terapia convencional. Los pacientes del primer grupo sobrevivieron una media de 8 años más que los del segundo. Los autores del trabajo destacan que el tiempo medio desde el primer evento cardiovascular después de la selección del paciente fue ocho años mayor en el grupo de terapia intensiva, lo que corresponde a ocho años sin complicaciones cardiovasculares nuevas. El riesgo de complicaciones oculares o renales se redujo entre un 30 y un 50 por ciento.
Teniendo en cuenta estos datos, Hans-Henrik Parving, del Hospital Nacional Universitario de Copenhague, en Dinamarca, se atreve a decir que el estudio Steno-2 demuestra sin lugar a dudas los beneficios del tratamiento intensivo y prolongado de la diabetes tipo 2 con microalbuminuria.
En este sentido, los autores del trabajo recuerdan que durante años las guías nacionales e internacionales para la mejora del cuidado de los diabéticos tipo 2 se han adaptado a las experiencias y al conocimiento de las intervenciones dirigidas a un solo factor de riesgo. Ahora, ya hay más datos disponibles. Con estas observaciones del seguimiento a 21 años del estudio Steno-2 se justifica el cuidado precoz, intensivo, individualizado y multifactorial en pacientes con diabetes tipo 2.