La diabetes gestacional es aquella que puede desarrollar una mujer durante el embarazo, a pesar de que no era diabética anteriormente, explicó José Antonio García Rivera, jefe de la Jurisdicción de Servicios de Salud en Ensenada.
El médico indicó que en Ensenada el 2% de las mujeres embarazadas padece diabetes gestacional, y aunque es una cifra pequeña, es un indicador nacional para saber cómo va el desarrollo de un país.
“Es importante considerar que la mayoría de las amenazas de aborto se da por infecciones en las vías urinarias, y las pacientes con diabetes gestacional regularmente desarrollan infecciones de vías urinarias y eso incrementa los riesgos para el desarrollo del bebé”, señaló García Rivera.
Recordó que es importante que las pacientes embarazadas cumplan con al menos seis citas durante el periodo de gestión para un control prenatal y detectar los factores de riesgo a tiempo y prevenir la muerte materna.
“Si la diabetes gestacional no es controlada, implica que el bebé deba nacer mucho antes y ahí se expone la vida de los niños, pues un bebé que nace en la semana 33 o 34 ya puede generar un problema por prematuro y están expuestos a fallecer y la mamá también”, indicó.
García Rivera reiteró que si una persona desarrolla diabetes no es malo, siempre y cuando se controle, se apegue a los tratamientos, se practique ejercicio y se tenga cuidado con los alimentos, especialmente los que tienen una carga alta de carbohidratos.
Añadió que si durante el embarazo, la diabetes está controlada, el niño puede nacer si ningún problema, incluso la enfermedad desaparece, es decir, no hay peligro de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
“Todas las personas tienen temor después de haber sido diabéticas gestacionales ser diabéticas de por vida, pues pierdan el temor porque depende más de ellas que de la misma enfermedad, depende de que modifique sus hábitos alimenticios y apegarse a la instrucción de los expertos para reducir los riesgos”, dijo.
Finalmente indicó que dentro del sector salud debe trabajarse en la capacitación de los médicos y en garantizar los insumos para que la paciente tenga con qué controlarse; sin embargo, la población también debe de poner de su parte al modificar su estilo de vida.