Los ensayos clínicos comenzarán en un año.
La forma tipo 1 de la diabetes afecta a entre 20 y 40 millones de personas en todo el mundo. Es una disminución de la capacidad de producir la insulina (utilizada por las células del cuerpo para absorber la glucosa de la sangre) como resultado de la destrucción de las células beta del tejido pancreático causada por el propio sistema inmunológico del cuerpo, a menudo durante de los primeros años de vida (no debe confundirse con la variedad más prevalente, de tipo 2, que tiende a afectar a los individuos en edad adulta). Ahora, un prototipo de la vacuna que podría prevenir esta enfermedad en niños comenzará los ensayos clínicos en 2018.
Más de 20 años de investigación, de acuerdo con un artículo publicado en Vaccine, han proporcionado evidencia sólida del vínculo entre el enterovirus coxsackievirus B1 y la reacción autoinmune que hace que el cuerpo destruya las células en su propio páncreas. No es una cura, y no eliminará la enfermedad por completo, pero se espera que la vacuna, creada por investigadores de la Universidad de Tampere (Finlandia), proporcione inmunidad contra el virus y consiga reducir potencialmente el número de nuevos casos de diabetes cada año.
Los enterovirus son responsables de la polio, la fiebre aftosa, la meningitis y la miocarditis. Ha habido sospecha de un vínculo entre este grupo de patógenos y la diabetes durante varios años. Son sorprendentemente comunes en los recién nacidos, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses han descubierto que alrededor de una cuarta parte de las 444 infecciones por enterovirus conocidas en los Estados Unidos en 2007 fueron causadas por coxsackievirus B1 (CVB1). En 2014, el equipo realizó un par de estudios en niños finlandeses con diabetes tipo 1 para demostrar que, al menos uno de los seis virus en el grupo B de coxsackievirus, estaba asociado con la condición.
Si todo va bien, esta nueva vacuna podría poner fin a eso y también ayudar a reducir otras infecciones por enterovirus. Los ensayos preclínicos son solo el primer paso. La siguiente fase incluirá la realización de pruebas en seres humanos adultos sanos. Eso sí, hasta ver los primeros resultados satisfactorios podrían pasar ocho años, "por lo que no debemos esperar nada revolucionario demasiado pronto", dicen los investigadores.
Mientras tanto, organizaciones como la estadounidense Fundación de Investigación de la Diabetes Juvenil (JDRF) siguen financiando la investigación para encontrar mejores formas de prevenir y tratar la diabetes tipo 1 mejorando la tecnología que imita la función del páncreas o identificando formas de regenerar las células productoras de insulina.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 422 millones de adultos en todo el mundo tienen diabetes, mal que ocasiona al menos un millón y medio de muertes cada año. Por su parte, el mes pasado, investigadores de Scripps Whittier Diabetes Institute publicaron un estudio en la revista Diabetes Care que da cuenta de que hispanos de bajos ingresos con diabetes tipo 2 que recibieron mensajes de texto sobre su salud, a diario y por seis meses, vieron mejoras en sus niveles de azúcar en la sangre similares a las que causan algunos medicamentos reductores de glucosa. Se trata del primer estudio controlado aleatorio para examinar el uso de mensajes de texto para asistir a pacientes hispanos, sin acceso óptimo a servicios de salud, a controlar su diabetes.