“En nuestro país la principal causa de pérdida visual está relacionada con complicaciones asociadas a la diabetes; la retinopatía diabética es la más importante e incluso en etapas avanzadas es la principal causa de ceguera”, aseguró el doctor Abel Ramírez, cirujano oftalmólogo, especialista en retina.
Dentro de la retina existe una zona que se encarga de la visión fina, central o de lectura. La afectación de esa zona (menos de 3% del total de la retina) es denominada edema macular diabético y es la principal causa de alteración o calidad visual para los pacientes con diabetes. Pero lo más importante de estos padecimientos es saber que la prevención existe e incluso la recuperación.
Desafortunadamente “80% de los pacientes que llega a las consultas de especialistas en retina llega en etapas avanzadas, esto representa 15 años de retraso”, explicó el especialista, por ello la urgencia de la educación visual.
Mejores tratamientos
A pesar de que, según la American Academy of Ophthalmology y otros estudios, del total de pacientes con diabetes, una tercera parte desarrollará algún grado de daño ocular relacionado con esa enfermedad. Mientras que 74% de quienes vivan 10 años o más con la afección desarrollarán algún tipo de retinopatía diabética que, si no se cuida, tendrán una probabilidad de 50% de que evolucione a edema macular diabético, el doctor Ramírez asegura que actualmente hay datos que permiten y obligan a una búsqueda de la detección temprana de la enfermedad. “Diabetes y retinopatía diabética no son sinónimos”, aseguró el especialista.
Se recomienda que quienes padecen diabetes acudan por lo menos una vez al año con el especialista para una exploración oftalmológica. De manera ideal, se hace la dilatación pupilar para poder descartar que el paciente tenga algún estadio de la enfermedad. Si el paciente presenta alguna alteración en la calidad de su visión, tiene la posibilidad de tratamiento médico. Después vienen pruebas como la tomografía de coherencia óptica, o fluorangiografía de retina, que pueden guiar el tratamiento de la enfermedad.
El también integrante de la Asociación Mexicana de Retina hizo hincapié en el tratamiento “por primera vez en la historia de esta patología, desde el 2006 a la fecha, podemos revertir la enfermedad y mejorar la calidad visual de los pacientes, pero hay que detectarla”.
Explicó que la historia del tratamiento es muy interesante porque antes de esa fecha el manejo estaba encaminado al control de la enfermedad y la aplicación del láser, pero a través de la creación de anticuerpos monoclonales que se inyectan dentro de los ojos, se logran etapas de regresión y control.
Hoy las terapias antiangiogénicas intravítreas representan la primera línea de tratamiento para esta complicación.
¿Qué es un edema macular diabético?
El edema macular se define como la hinchazón o engrosamiento de la mácula ocular, la parte del ojo responsable de la visión central y detallada. Se presenta cuando los vasos sanguíneos en la retina tienen escapes de fluido, por lo que la mácula se inflama y no funciona correctamente. La pérdida de vista puede ser leve o severa, pero en muchos casos la visión periférica (lateral) se mantiene.
La falta de un tratamiento adecuado para este padecimiento, puede repercutir severamente en la calidad de vida, ya que se considera como un padecimiento incapacitante, sobre todo si se llega a un nivel de ceguera total. Además, provoca problemas de ansiedad y baja autoestima al influir en el desempeño laboral y entorno social del paciente.
El 2° Ophthalmology Summit fue la oportunidad para que especialistas discutan sobre ésta y otras complicaciones que encuentran sus limitantes en la divulgación por lo que para ellos es fundamental que la población conozca y reconozca estos padecimientos.
“Hoy hay distintas opciones y medicamentos que pueden irse ajustando de acuerdo a las condiciones económicas de nuestro país, por ello, estamos obligados a difundir que existen estas herramientas terapéuticas donde no será la condición económica la barrera para poder tratarse”, concluyó Ramírez.