En México, una tercera parte de los pacientes con diabetes (tres millones 450 mil) están en riesgo de presentar algún grado de pérdida de la visión e incluso ceguera por retinopatía diabética, afirmó el representante de la Agencia Internacional de Prevención de Ceguera (IAPB) para América Latina, Francisco Martínez Castro.
Expuso que es importante promover acciones preventivas y de control que eviten o retrasen el daño visual, el cual suele manifestarse entre cinco y 10 años posteriores al diagnóstico de diabetes, si la enfermedad no está controlada.
Las complicaciones más frecuentes entre las personas con diabetes son visión disminuida (54.5 por ciento), daño en retina (11.2 por ciento) y pérdida de la vista (9.95 por ciento).
Según el estudio Barómetro de Retinopatía Diabética, encabezado por la Federación Internacional de la Diabetes (IDF), la Federación Internacional de la Vejez y la IAPB, 90 por ciento de los oftalmólogos mexicanos consideran que la falta de acceso a la información es el obstáculo más grande para mejorar la salud de estas personas.
Aunque la retinopatía diabética (RD) y el edema macular diabético (EMD) pueden ser tratados con éxito, muchas personas están siendo puestas en riesgo de perder la vista al enfrentan barreras en los procedimientos de canalización y atención.
El estudio realizado en más de 41 países, incluyendo México, contó con la participación de más de cuatro mil 340 adultos con diabetes y más de dos mil 300 profesionales de la salud, reveló que 18 por ciento de los enfermos nunca conversó sobre las posibles complicaciones visuales con su médico, y 28 por ciento sólo cuando aparecieron los síntomas.
Sobre el impacto de la limitación visual por diabetes, nueve de cada 10 pacientes con RD o EMD señalaron que la afectación de su visión impactó su calidad de vida.
De este grupo, 58 por ciento reportó dificultades para manejar un automóvil, 42 por ciento para mantener su trabajo, 31 por ciento para realizar ejercicio y manejar adecuadamente su diabetes y 28 por ciento para realizar tareas domésticas.
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento apropiado, la pérdida de visión de los pacientes con diabetes puede ser estabilizada e, inclusive, recuperada, permitiéndoles retomar su vida normal.
Si bien, es probable que los síntomas no desaparezcan en su totalidad, en la actualidad es posible una clara mejoría en la visión mediante innovadores tratamientos de aplicación intraocular llamados antiangiogénicos (Anti-VEGF), como aflibercept o mediante cirugía.