Desatender la diabetes sale muy caro al País.
Con una intervención preventiva, al IMSS le costaría 230 pesos por persona al año, pero tratarla ya con complicaciones en el paciente, como sucede hasta ahora, cuesta 230 mil pesos, alertó Mikel Arriola, director del instituto durante su participación en el Segundo Foro de Salud Refrorma: Obesidad y Diabetes.
Las consecuencias de un diagnóstico tardío o equivocado a los diabéticos ha provocado que hasta 14.6% ya padezca retinopatía diabética, 4.9%, ceguera; y que 3% requiera amputaciones, señaló David Kershenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en su conferencia magistral.
El problema, planteó Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria, es que las decisiones de las autoridades de salud para combatir la obesidad y diabetes han llegado tardíamente, además de que son aisladas e ineficaces.
“Los pacientes no están siendo diagnosticados en forma adecuada, podemos perdernos en muchas de las políticas de salud, pero aquí hay cifras duras que nos obligan a tomar medidas”, advirtió Ponce.
El senador Miguel Barbosa, quien es diabético y a quien le fue amputado el pie derecho, consideró que las políticas públicas para combatir obesidad y diabetes son insuficientes y llegan a un sector limitado de la población.
“No soy ejemplo de una cultura de la prevención. Fui un diabético de clóset toda mi vida, hasta que me ocurrió esto (la amputación). Sin duda, todos los que tengan acceso a servicios médicos: cuídense”, alertó.
Obesidad contra el futuro
Aunque el consumo de bebidas azucaradas en la infancia afecta el desarrollo de los niños, en México las consume 62% de menores de seis meses, mientras en Francia sólo 1% de menores de seis meses consume bebidas dulces, comparó Juan Ángel Rivera, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
“Entonces, cuando llegamos a la edad escolar, los mexicanos toman bebidas azucaradas y los franceses, agua”.
En el desarrollo futuro el impacto de esta ingesta se refleja en enfermedades y muertes: “el número de muertos por consumo de bebidas azucaradas fue 18 mil al año directamente atribuibles”, agregó.