Un ingeniero mexicano logró crear un aparato que hace la función del páncreas para el cuerpo humano, con lo que no sólo dio un gran paso en el mundo de la tecnología médica, sino logró salvar su vida.
Gustavo Muñoz desarrolló el artefacto luego de tres años de investigación y desarrollo tecnológico y con una inversión aproximada de 200 euros en el proyecto.
Así también, Gustavo probó su invento en un ‘conejillo de indias’: él mismo. Debido a que padece diabetes, logró mejorar su calidad de vida significativamente.
El artefacto está fabricado con dos dispositivos que ya están en el mercado y un microprocesador programado por él mismo.
Para funcionar, un páncreas artificial necesita tres dispositivos: un sensor que se implanta bajo la piel y mide los niveles de glucosa, un dispositivo que inyecta insulina a través de un catéter y algo que todavía no se encuentra en el mercado: un ‘cerebro’ que detecte la glucemia e indique a la bomba de insulina qué hacer.
Tras meses de investigación y pruebas, Gustavo programó este ‘cerebro’ en una placa de Raspberry. Más tarde la sustituyó por un microchip Intel Edition, más pequeño y cómodo, acompañado de una batería y una antena.
Gracias a su invento, su vida es más fácil, además de más segura debido a que puede controlar en todo momento los niveles de glucosa y por ende, la necesidad de insulina de su cuerpo.