Durante los últimos años, hemos visto cómo han mejorado los sistemas de medición de glucosa. Google patentó unas lentillas que detectan los niveles de glucosa.
En Estados Unidos, Dexcom comercializa un medidor continuo de glucosa con bluetooth, que comunica un pequeño sensor que posee un pequeño filamento introducido en nuestro cuerpo para medir la glucosa, con un receptor o con nuestro smartphone o smartwatch.
En nuestro país, el único sensor de este tipo disponible es el FreeStyle Libre, el cual va por NFC y hay que acerca el receptor para obtener los datos.
Este año el mercado puede cambiar bruscamente gracias a la introducción de un nuevo producto llamado SugarBEAT, que es un medidor de glucosa que se pega a la piel como una pegatina, y que sin dar un solo pinchazo, detecta la glucosa de nuestro cuerpo.
Lanzamiento de mercado a partir de 2017 en países seleccionados de Europa, Asia y Oriente Medio
Los medidores de glucosa continua actuales usan un pincho para ser introducidos al cuerpo, y duran unas dos semanas pegados, lo que genera irritaciones y que requieren de atención por si se despegan. SugarBEAT usa pegatinas reemplazables de un solo día.
Cuenta con un sensor cuya batería dura 2 años, que se comunica con el receptor o con nuestro móvil via bluetooth. Mediante el envío de imperceptibles corrientes eléctricas, el sensor “atrae” la glucosa que hay en el líquido intersticial de la piel, y así puede leerlas. Realiza una medición cada 5 minutos, y la envía al teléfono.
Además, SugarBEAT sólo necesitará una medición de glucosa en sangre mediante un pinchazo en el dedo para calibrarse, mientras que los dispositivos actuales del mercado necesitan 5. El margen de error que ofrece es de un 11% respecto a la media, mientras que los medidores del mercado ofrecen un 8%.
Desde la compañía aseguran que tendrá un precio asequible, ya que, si tienes un Smartphone, solo necesitas el sensor y las pegatinas. Estará disponible a finales de año en Europa.
Este aparto puede suponer un gran ahorro a la sanidad pública, pues desde la compañía aseguran que tendrá un coste similar al que tienen las tiras reactivas actualmente, con la añadida ventaja de tener más mediciones y mejorar el control, y que esto pueda evitar complicaciones en la salud de los diabéticos a largo plazo.