Un nuevo estudio dirigido por investigadores de ‘Brigham and Women’s Hospital’, en Boston, Estados Unidos, ha encontrado que una única medición de plasma glicosilado CD59 (GCD59), un nuevo biomarcador para la diabetes, en las semanas 24-28 de gestación identificó, con alta sensibilidad y especificidad, a mujeres que fracasaron en la prueba de desafío de glucosa, así como mujeres con diabetes gestacional. Los niveles plasmáticos de GCD59 también se vincularon con la probabilidad de tener un bebé grande para la edad gestacional, como se detalla en ‘Diabetes Care’.
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que ocurre durante el embarazo de una mujer, aumentando el riesgo de la madre de tener un bebé grande para la edad gestacional, lo que puede conducir al nacimiento prematuro, lesiones fetales, mortalidad perinatal y parto por cesárea. La diabetes gestacional es también un factor de riesgo para la preeclampsia y la hipertensión gestacional.
Dado que el tratamiento de la diabetes gestacional puede disminuir el riesgo de resultados adversos del embarazo, las guías de práctica recomiendan revisar s todas las mujeres embarazadas no diabéticas para la enfermedad. El estándar actual de atención tanto para el cribado como para el diagnóstico de la diabetes gestacional implica predominantemente un enfoque de dos pasos.
El primer paso, conocido como prueba de estimulación de la glucosa, incluye la administración de una bebida azucarada seguida de una medición de azúcar en sangre una hora después. Las mujeres que no superan esta prueba se envían a una prueba más larga, llamada prueba oral de tolerancia a la glucosa, que requiere ayuno durante la noche, beber una solución de azúcar más concentrada y someterse a drenaje sanguíneo basal y horario durante tres horas.
Estas pruebas de glucosa, o variaciones de las mismas, son actualmente los únicos métodos utilizados para examinar a las mujeres embarazadas o para diagnosticar la diabetes gestacional. Sin embargo, se trata de test que consumen mucho tiempo, son engorrosos e incómodos para las madres y tienen mala reproducibilidad. El objetivo principal del equipo de investigación fue evaluar la exactitud del biomarcador de la diabetes GCD59 en la predicción de los resultados de la prueba de desafío de glucosa de atención estándar utilizada para detectar la diabetes gestacional. El equipo realizó un estudio caso-control de mil mujeres embarazadas que recibían atención prenatal estándar en el BWH: 500 mujeres que tenían una prueba de desafío de glucosa normal (sujetos de control) y 500 mujeres que fallaron en la prueba de glucosa y requirieron un test de tolerancia oral posterior a la glucosa (pacientes).
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que ocurre durante el embarazo de una mujer, aumentando el riesgo de la madre de tener un bebé grande para la edad gestacional, lo que puede conducir al nacimiento prematuro, lesiones fetales, mortalidad perinatal y parto por cesárea
Los investigadores descubrieron que, en comparación con los sujetos control, el valor medio plasmático de GCD59 era 8,5 veces mayor en las pacientes que no habían superado la prueba de estimulación con glucosa y diez veces mayor en el subgrupo de estas pacientes que cumplían los criterios diagnósticos de diabetes gestacional en la prueba oral de tolerancia a la glucosa. “Éste es el primer estudio que demuestra que una sola medición de plasma GCD59 puede emplearse como un método simplificado para identificar a las mujeres que están en riesgo de no pasar la prueba de desafío de glucosa y están en mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional –dice el médico e investigador Jose Halperin, director del Laboratorio de Hematología para la Investigación Traslacional en BWH y autor principal de la publicación.
Los científicos también encontraron que los niveles plasmáticos más altos de GCD59 en la semana de gestación 24-28 se asociaron con una mayor prevalencia de recién nacidos de gran tamaño para la edad gestacional, cuanto mayor era el nivel, mayor era el riesgo (un 4 por ciento más de riesgo para los pacientes en el Cuartil más bajo de los niveles plasmáticos de GCD59 y 14 por ciento en el cuartil más alto).
De los 58 bebés de gran tamaño para la edad gestacional nacidos de madres que no superaron la prueba de desafío de glucosa en este estudio, el 80 por ciento nació de madres que no cumplían con los criterios de tolerancia a la glucosa oral para la diabetes gestacional, pero tenían niveles plasmáticos medios de GCD59 siete veces más alto que las mujeres de control con una prueba de desafío de glucosa normal.
Estos hallazgos son consistentes con otros estudios que muestran que las mujeres que no superan la prueba de desafío de glucosa, pero no cumplen con los criterios para la diabetes gestacional, todavía están en mayor riesgo de resultados anormales del embarazo, incluyendo el alumbramiento de bebés grandes para la edad gestacional. En la actualidad no existen guías de práctica para el manejo de mujeres que se encuentren entre los niveles normales y anormales de tolerancia a la glucosa y, por lo tanto, su gestión es igual que para las mujeres con resultados normales de la prueba de glucosa.
“Estos resultados sugieren que una sola medición de plasma GCD59 durante las semanas 24-28 también puede ayudar a estratificar el riesgo de alumbrar a bebés más grandes entre las mujeres con intolerancia a la glucosa gestacional –dice Halperin–. Nuestros estudios abrieron una vía para estudios multicéntricos más amplios para evaluar aún más la utilidad clínica del plasma GCD59 para la detección y el diagnóstico de la diabetes gestacional entre la población general de Estados Unidos. Si nuestros resultados se confirman, esperamos que la prueba GCD59 podría estar disponible en las prácticas clínicas dentro de los próximos años.