La estrategia nacional para prevenir la obesidad y diabetes, que incluye la regulación de publicidad de comida chatarra, ha fracasado en proteger los derechos de la infancia.
Lo anterior se desprende de un monitoreo realizado por El Poder del Consumidor (EPC) y la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), en el marco del festejo del Día del Niño.
Los resultados dados a conocer señalan que si se toma en cuenta que los programas más vistos por los niños, como lo reporta un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), son las telenovelas, los dramatizados unitarios como La Rosa de Guadalupe, y los reality shows, la exposición a publicidad de comida chatarra sigue siendo alta.
El monitoreo arrojó que en una semana los niños pueden estar expuestos a 42 marcas distintas de comida chatarra, sin considerar los productos que, pese a cumplir con los criterios nutrimentales siguen siendo una fuente importante de azúcares, como por ejemplo néctares, yogurts azucarados y cereales de caja para el desayuno., pues de agregarse estas marcas, la cifra asciende a 52 marcas, en distintos sabores y presentaciones del producto.
“Las marcas con mayor número de pautas fueron de aquellos productos que cumplen con los laxos criterios nutrimentales sin embargo, también hubo alta presencia de bebidas azucaradas y energéticas como Coca Cola, Del Valle FRUT, Limonada mineralizada Seven Up, Vive 100 y postres como Magnum Cookies and Cream y Red Velvet”.
También, el monitoreo reveló que en una semana se transmiten en promedio 272 anuncios de comida chatarra en los programas y horarios más vistos por los niños. Esta información indica que en un año se transmiten 13 mil 056 anuncios de comida chatarra.
“Los niños pequeños que aún no acuden a la primaria o aquellos en edad escolar que cursan el turno vespertino están también expuestos a más anuncios transmitidos en ambos canales, de productos como Nutella, Gansito Marinela, Galletas Emperador, Gomitas Pandita, Milky Way, y Mordisko. La influencia de esta publicidad puede en muchos casos traducirse en compra y consumo de comida chatarra”.
Pero si se toma en cuenta la publicidad de alimentos y bebidas que, aunque cumplan con los criterios nutrimentales son fuente importante de azúcares como los néctares, yogurts y cereales de caja, la cifra aumenta a 328 anuncios de comida chatarra a la semana.
“Esto indica que en un año se transmiten 15 mil 744 anuncios al año de comida chatarra en los programas y horarios más vistos por los niños”, señala.
Asimismo, los resultados, dados a conocer a través de un comunicado, explican que para algunos productos chatarra se utilizan personajes animados (Gansito Marinela, Chocoyogo Hersheys), o de famosos (Vive 100) que, de acuerdo a los criterios de la UNICEF, son elementos que llaman la atención de los niños y que deberían ser regulados.
Además, se encontró que, como forma alterna de promocionar estos productos, se publicitan a través de anuncios de ofertas de supermercados o promociones asociadas a descuentos (en parque de diversiones), los cuales fueron pautados en horario y programación regulados.
“El único producto saludable que se anunció en las 65 horas de grabación fue el agua embotellada, sin embargo, hay una total ausencia de publicidad de alimentos saludables como verduras y frutas”.
Por su parte, Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimentaria de EPC señaló que el monitoreo permite confirmar que los niños siguen bombardeados de publicidad de comida chatarra a través de la televisión y que la población infantil, además de exponerse a este tipo de publicidad en plataformas en internet, en los espacios públicos, en los propios empaques, etc., sigue estando expuesta a esta publicidad en telenovelas y otros programas que deben ser regulados, al igual que los horarios nocturnos.
“Hay que recordar que, aunque la publicidad no vaya dirigida específicamente a los niños, es relevante minimizar la exposición de la infancia a ambientes obesogénicos. El domingo por ejemplo, se transmitieron 23 anuncios de bebidas azucaradas, 7 de comida rápida y 3 de botanas saladas, lo que puede afectar directamente las prácticas de alimentación de los niños”.
Consumidores de telenovelas
En paralelo, se realizó un sondeo con niños de la Ciudad de México que confirmó los hallazgos previos del IFT, mostrando que lo que más ven son telenovelas y dramatizados unitarios al reconocer todos y cada uno de estos programas transmitidos en la barra de programación del canal 2, de 16:00 a 22:00 horas.
“Cabe destacar que, durante el ejercicio, pese a declaraciones e indicios de que también ven programación infantil como caricaturas y series, así como estar en contacto con plataformas como internet, los niños son altos consumidores de programas como las telenovelas”, señalan los resultados.
Sandra Mejía, coordinadora de legislación y políticas públicas de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), sostuvo que “la Estrategia Nacional para Prevenir la Obesidad y Diabetes, ha fracasado, en materia de publicidad para la protección de los derechos de niños y niñas. La industria de bebidas azucaradas sigue utilizando distintas estrategias de promoción y publicidad atractivas para este sector, con el propósito de mantener o aumentar las ventas de sus productos, violando de forma directa el derecho a la información y a disfrutar del más alto nivel de salud posible, establecidos en la Convención de los Derechos del Niño y la Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes”.
Al respecto Alejandro Calvillo, director de EPC comentó que diversos estudios han mostrado que una regulación débil tiene un efecto similar a la ausencia de la regulación. En este caso, dijo, la regulación de publicidad de alimentos y bebidas permite que los niños sigan estando expuestos a una gran cantidad de anuncios de comida alta en azúcares, grasas y sodio.
“Existen regulaciones en otros países que no permiten esta publicidad desde 6 am hasta las 10 pm de la noche, como en Chile. Si realmente queremos tener resultados hace falta fortalecer esta regulación, cubrir todos los medios como exteriores, internet, empaques, etc., así como todas las herramientas de engaño como el uso de personajes, regalos, promociones, de lo contrario, la Estrategia Nacional contra obesidad y diabetes no estará logrando su objetivo, como ocurre actualmente”, afirmó.