Un estudio realizado por la Universidad de Waterloo, ha sido publicado recientemente en la edición digital del Journal of Diabetes Ciencia y Tecnología y confirma que la falta de confianza en la tecnología en diabetes sobretodo se encuentra en las personas de la tercera edad, pero no solamente en ellas.
Por ejemplo los autores dicen que a pesar de que más del 90% de los participantes del estudio son dueños de un ordenador y la mayoría de ellos tienen acceso a Internet todos los días, sólo el 18% utiliza una aplicación móvil para controlar su diabetes.
Es un ejemplo evidente de que el uso de apps todavía es escaso en personas con diabetes.
Para el profesor Peter Hall, autor principal del artículo lo que existe es una falta de confianza total en estas tecnologías “esta caída de la confianza se reflejó en una disminución correspondiente en las intenciones de utilizar la tecnología en el futuro cercano”.
Es curioso que ese miedo por la tecnología o desconfianza exista pues estudios relacionados con la cuestión demuestran que las personas que utilizan teléfonos inteligentes y aplicaciones web para gestionar enfermedades crónicas como la diabetes, siguen las recomendaciones de sus médicos mucho más y logran cambios positivos en su salud.
Hall dice que espera que el equipo de investigación pueda encontrar maneras “para fomentar la adopción de estas nuevas herramientas de autogestión, incluso entre aquellos adultos mayores que no se consideran especialmente conocedores de la tecnología.”