José Pérez es diabético y está en silla de ruedas. Debe realizar una dieta saludable, que combina carne, pescado, frutas y verduras. Además, debe inyectarse insulina dos veces al día, para compensar su nivel de azúcar en sangre. Hoy, con la escalada inflacionaria, su dieta se basa en fideos y arroz, y desde hace 4 meses la Nación no le entrega la insulina que necesita.
En ese contexto, decidió ir hasta la puerta de la Municipalidad con un cartel para hacer visible su problema y conseguir ayuda.
“Por mi tipo de diabetes, yo necesito una insulina importada. Y hace más de 4 meses que no la recibo”, contó José a 0223.
En estos meses se comunicó con personas que son insulinodependientes, quienes les facilitaron algunas dosis. La otra opción que le permitiría mejorar su calidad de vida es tomar mucha agua y caminar, pero su discapacidad le impide hacer ejercicio.
“Tendría que comer carne, pescado, frutas y verduras. Pero como esa la cosa, estoy meta fideos”, explicó.
Durante su paso por la Municipalidad, José fue atendido por el secretario de Salud Gustavo Blanco y la de Desarrollo Social, Vilma Baragiola. Le gestionaron una reunión en el Cema para que le apliquen una dosis de la insulina necesaria, pero el hombre sabe que es, apenas, un parche para su situación.
La insulina que él se aplica debe proveerla el Ministerio de Salud de la Nación, a través del Profe, por lo que sabe que cualquier otro organismo no le podrá dar una respuesta definitiva. “Además, ya lo han intentado y el problema es que no está el tipo que yo necesito”, advirtió.
-¿Y qué te puede pasar, José?-consultó este medio.
-Un infarto o un ACV. En este momento estoy con 350 de azúcar. Lo ideal sería caminar, pero yo no puedo. Así que sigo esperando.