La presidenta de Adiva, María Ángeles Aguado, alerta igualmente de que miles de adultos en la Región desconocen que padecen esta patología.

Una patología que va en aumento. «La epidemia del siglo XXI», tal y como lo define la presidenta de la Asociación de Diabetes de Valladolid (Adiva), María Ángeles Aguado, al asegurar a LA RAZÓN, que la prevalencia de la diabetes va en aumento en la población infantl en los últimos años, e incluso ya con algunos casos de tipo 2, que se da más en personas adultas.

Unas causas que hay que buscarlas en el actual estilo de vida de muchas familias, con una mala alimentación, falta de ejercicio y un incremento en el sobre peso de los más pequeños. Se estima que en estos momentos, el 15 por ciento de la población de Castilla y León padece este tipo de enfermedad, y en la población adulta, la mitad de ellos desconoce que la padece.

Estamos ante una patología de carácter crónico y, de momento «incurable», y que se produce a causa de que el pancreas no segrega la cantidad insulina que el cuerpo humano necesita para desarrollar una vida normal.

«En los más pequeños es fácilmente detectable», señala María Ángeles Aguado. «Se orina mucho por el exceso de azúcar en el cuerpo, hay signos de debilidad y cansancio y pérdida de peso». El tratamiento es una inyección de insulina, que los padres deben administrar, hasta que el niño pueda ser totalmente dependiente para administrársela por sí mismo. En los mayores, ya no resulta tan fácil de hallar, y a veces llega por una simple revisión o accidente, y viene provocado por la obesidad, el sedentarismo, y la edad.

Existen dos clases de diabetes, de tipo 1 y de tipo 2. La primera, tiene mayor incidencia entre los niñosy jóvenes, y además de no poderse prevenir es crónica, además de poder ser hereditaria. La segunda aparece con mayor frecuencia entre los adultos y esta sí que puede prevenirse.

Y es que los problemas derivados por la falta de una adecuado tratamiento pueden revertir en que todos los órganos del cuerpo se pueden ver afectados, desde los ojos, pudiendo provocar ceguera, riesgos renales y hepáticos así como vasculopatías.

Pese a que se trata de una enfermedad «histórica», a día de hoy todavía se desconoce las causas por las que se producen y son numerosas las iniciativas que realizan las asociaciones de toda Castilla y León para captar fondos que ayuden a los afectados y para proyectos de investigación. «Desde Adiva solemos realizar talleres de sensibilización, abiertos a la sociedad para que conozvan la problemática y alertar de los peligros de esta patología», indica la presidenta de la Asociación vallisoletana.

Otra de las actividades que realizan, además de una caminata solidaria anual, por el centro de Valladolid con cientos de participantes, es un campamento de verano, que este año se desarrollará en julio en La Coruña, donde además de hacer las actividades normales, también se les inculca hábitos saludables, así como pautas para saber controlar la enfermedad o cómo se tienen que administrar la inuslina. Convivencia que también se realiza con personas adultas.