La sangre de cordón umbilical, en concreto las células desreguladoras que modulan el sistema inmunológico, podrán tratar en un futuro numerosas enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide o el lupus.
El doctor John Wagner, director del programa de trasplante de sangre y médula ósea pediátrica de la Universidad de Minnesota, ha ofrecido una rueda de prensa en la que detallado las expectativas de la sangre de cordón umbilical para atajar algunas enfermedades.
Wagner, miembro del comité bioético y médico-científico de VidaCord -el primer banco privado de sangre de cordón umbilical autorizado en España que celebra su décimo aniversario-, tiene centradas sus investigaciones en estas células que sólo se pueden recolectar durante el parto.
No obstante, los investigadores están explorando distintas técnicas para reproducir las células recogidas en ese momento para lograr que su uso sea ilimitado.
En su extenso currículo ya figura ser pionero en la curación de la epidermólisis bullosa con células troncales de cordón umbilical, en lo que se convirtió en la primera demostración de que la terapia celular puede servir para más indicaciones que en leucemia, donde hay más experiencia.
Ahora, está centrado en estas células desreguladoras, que tal y como ha señalado son las "maestras controladoras" del sistema inmune.
Son numerosas en la sangre del cordón porque durante el embarazo la madre y el bebe tienen un gran número de ellas para que "no haya rechazo entre ellos, para que la mujer sea capaz de mantener ese cuerpo extraño dentro de su útero".
Sin embargo, escasean en la médula ósea, de ahí que las investigaciones se sitúen en la sangre de cordón umbilical, que puedes guardar en bancos privados para poder tratar en un futuro una dolencia maligna que pueda padecer el hijo.
Pero también, tal y como han evidenciado los dos ensayos que ya ha completado, para hacer frente a enfermedades más comunes, como la anemia falciforme u otras autoinmunes, con lo que existen más posibilidades de poder utilizar esas células en el futuro.
El motivo por el que no se había avanzado en este sentido hasta ahora es por los efectos adversos, que son altos.
Cuando una persona tiene leucemia el riesgo de un trasplante merece la pena, sin embargo cuando un paciente tenía una enfermedad autoinmune no se consideraba.
"Solamente ahora, hoy día, que el trasplante es tan seguro, ya se puede empezar a considerar como alternativa de tratamiento. Y ese es el futuro", ha dicho Wagner, quien realizó ya en 1990 el primer trasplante con sangre de cordón umbilical para curar una leucemia y en 2013 para curar el VIH.
Por eso, Wagner anima a guardar la sangre del cordón umbilical, pero también hacer donaciones de médula que permitan ayudar a todo el mundo, por eso aplaude actuaciones cono la del fallecido Pablo Ráez, el joven que consiguió convertir en fenómeno viral su combate contra la leucemia.