La prevalencia de la diabetes va en aumento y, según previsiones de la Organización Mundial de la Salud, será la séptima causa de muerte para 2030.
Mantener un peso normal, hacer actividad física periódica y llevar una dieta sana, pueden reducir el riesgo de padecer esta enfermedad, que en 2012 mató a 1,5 millones de personas.
La diabetes es una afección crónica que se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina que produce.
La insulina es una hormona que regula el azúcar (glucosa) en la sangre que nos aporta la energía necesaria para vivir. Si no puede llegar a las células para convertirse en energía, el azúcar se acumula en la sangre hasta alcanzar niveles perjudiciales.
Existen dos formas principales de diabetes. Las personas con diabetes tipo 1 generalmente no producen insulina, por lo que necesitan inyecciones de insulina para sobrevivir. En tanto, quienes sufren diabetes tipo 2, que representan el 90% de los casos, suelen producir su propia insulina, pero la cantidad es insuficiente o no la pueden utilizar apropiadamente; por lo general tienen sobrepeso y son sedentarias, dos circunstancias que aumentan sus necesidades de insulina.
Con el tiempo, la hiperglucemia (elevados niveles de azúcar en sangre) puede poner en peligro a todos los órganos principales del cuerpo y provocar ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, neuropatías, insuficiencia renal, ceguera, impotencia e infecciones que pueden necesitar amputación.
Por otra parte, la diabetes gestacional se caracteriza por la hiperglucemia que aparece durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes. Las mujeres con diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, y de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro. Suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales, más que porque la paciente refiera síntomas.
MENSAJES CLAVE
Tal es el desafío que representa la diabetes a nivel global, que la OMS decidió dedicar el Día Mundial de la Salud, que se celebra el jueves próximo, a esta problemática.
Bajo el lema "Vence a la diabetes", la entidad sanitaria mundial buscará intensificar la prevención, mejorar la atención y reforzar la vigilancia en torno a esta patología.
Entre los principales mensajes que se intentan remarcar, se encuentran:
* La epidemia de diabetes está aumentando rápidamente en muchos países, y de manera extraordinaria en los países de ingresos bajos y medianos.
* Una gran proporción de los casos de diabetes son prevenibles. Se ha comprobado que algunas medidas simples relacionadas con el modo de vida son eficaces para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2. El mantenimiento del peso normal, la realización de actividad física periódica y una dieta sana pueden reducir el riesgo de diabetes.
* La diabetes se puede controlar y tratar para prevenir complicaciones. El mayor acceso al diagnóstico, la educación sobre el control personal de la enfermedad y el tratamiento asequible son componentes fundamentales de la respuesta.
* Los esfuerzos por prevenir y tratar la diabetes serán importantes para alcanzar la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, consistente en reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en una tercera parte para 2030. Muchos sectores de la sociedad tienen una importante función que desempeñar, en particular los gobiernos, empleadores, docentes y fabricantes, así como la sociedad civil, el sector privado, los medios informativos y cada uno de nosotros.
OBJETIVOS
A la hora de establecer los objetivos de la campaña del Día Mundial de la Salud 2016, la OMS enumeró:
* Acrecentar la concienciación respecto del aumento de la diabetes y de sus abrumadoras cargas y consecuencias, en particular en los países de ingresos bajos y medianos.
* Impulsar un conjunto de actividades específicas, eficaces y asequibles para hacer frente a la diabetes, con medidas para prevenirla y para diagnosticar, tratar y atender a quienes la padecen.
* Presentar el primer informe mundial sobre la diabetes, que describirá la carga y las consecuencias de la diabetes y abogará por sistemas de salud más sólidos que aseguren una mejor vigilancia, una prevención reforzada y una atención más eficaz de la diabetes.
SINTOMAS
Los síntomas de la diabetes tipo 1 -que pueden aparecer de forma súbita- consisten, entre otros, en la excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio.
Los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden ser similares a los de la tipo 1, pero a menudo son menos intensos. En consecuencia, la enfermedad puede diagnosticarse solo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones.
"Hasta hace poco, este tipo de diabetes solo se observaba en adultos, pero en la actualidad también se está manifestando en niños", alerta la OMS.
En cuanto a las consecuencias frecuentes que produce esta enfermedad, éstas incluyen el daño del corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
Además, la diabetes aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente vascular cerebral (ACV). Se estima que un 50% de los pacientes diabéticos muere de enfermedad cardiovascular (principalmente cardiopatía y ACV).
Por otra parte, la neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación.
Otra complicación asociada con la diabetes es la retinopatía diabética, una causa importante de ceguera que surge como consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo. El 1% de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes.
La diabetes se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal y el riesgo de muerte en personas diabéticas es al menos dos veces mayor que en las personas sin la enfermedad.
PREVENCION Y TRATAMIENTO
Según detalla la OMS, se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes tipo 2 o retrasar su aparición.
En ese sentido, se aconseja: alcanzar y mantener un peso corporal saludable; mantenerse activo físicamente (realizar al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada cada día); consumir una dieta saludable que contenga entre tres y cinco porciones diarias de frutas y hortalizas y una cantidad reducida de azúcar y grasas saturadas; evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Al igual que sucede con la mayoría de las enfermedades, el diagnóstico temprano de la diabetes es fundamental para evitar complicaciones. Para ello, solo basta con realizarse los ánalisis de sangre que indique el médico.
El tratamiento de la diabetes consiste en la reducción de la glucemia y de otros factores de riesgo conocidos que dañan los vasos sanguíneos. También es importante dejar de fumar.
De acuerdo con la OMS, entre las intervenciones que son factibles y económicas en los países en desarrollo se encuentran:
* El control moderado de la glucemia. Los pacientes con diabetes tipo 1 necesitan insulina y los pacientes con diabetes tipo 2 pueden tratarse con medicamentos orales, aunque también pueden necesitar insulina.
* El control de la presión arterial.
* Los cuidados podológicos.
* Las pruebas de detección de retinopatía.
* El control de los lípidos de la sangre (regulación de la concentración de colesterol).
* La detección de los signos tempranos de nefropatía relacionada con la diabetes.