Nunca antes se había hecho, por primera vez en España, este pasado verano se desarrollaron en varios lugares de la geografía, talleres de salud y soporte emocional para jóvenes con Diabetes Tipo 1. A través del proyecto Diguan se va de campamentos más de 200 adolescentes participaron en esta experiencia singular y muy necesaria. Los resultados sobre el estudio de las emociones que provoca la diabetes en los entornos personales, sociales y tratamiento se acaban de publicar en varias revistas de prestigio. Este es el enlace para consultar.
El Proyecto “Diguan se va de campamentos” se impartió en 12 comunidades autónomas con la colaboración de FEDE y Sanofi. Se abordaron 21 situaciones cotidianas preestablecidas por los expertos: 7 relacionadas con el tratamiento y autocontrol, 7 con los padres y el entorno familiar; y otras 7 con los amigos y las relaciones sociales.
Una maravillosa mesa formada por la educadora en diabetes Daria Roca, los psicólogos Iñaki Lorente y Gemma Peralta, y la adolescente Irene Domínguez, abordó la experiencia y sacó una serie de conclusiones muy interesantes sobre las emociones de los chavales con diabetes.
La primera de ellas, la de la necesidad de que un profesional de la psicología esté presente en el cuidado y control de la diabetes. Una reivindicación necesaria cuando los expertos dicen que la diabetes afecta a las emociones y las emociones a la diabetes. Si se logra controlar ambas los resultados en el control de todo son mejores.
El estudio sobre las emociones se centró en las positivas y negativas que se generaban en 3 escenarios distintos. En el tratamiento de la enfermedad, en el entorno social/amigos y en el entorno familiar.
Las emociones más destacadas en positivo en el tratamiento fueron la confianza que genera ponerse insulina y la alegría de practicar deporte. Con respecto a las negativas, la pereza, el miedo o la ansiedad de tener que calcular hidratos, hacerse revisiones puntuales y las glucemia capilares.
En el entorno social las positivas se centraron en estar con amigos y las salidas conjuntas, mientras que las negativas se ubicaron en tener que explicar que tienes diabetes, en las hipoglucemias cuando estás divirtiendo con amigos o cuando tienes que hacerte una glucemia capilar.
El entorno familiar también genera en positivo confianza y alegría ante el interés de la familia o las acciones conjuntas, pero enfado cuando la familia dice lo que hay que hacer constantemente. En ese sentido el mensaje para los padres es el de ser menos policías según Iñaki Lorente. Es decir estar, pero no intervenir.
Aunque la principal conclusión y mensaje es que hay que hablar de ello, de los sentimientos. Cuanta más comunicación exista al respecto mucho mejor para todos.