El SAS dice que no retira las agujas porque no está demostrado que causen hematomas a los diabéticos.
La manifestación ayer en Sevilla de enfermos diabéticos procedentes de toda Andalucía exigiendo al SAS la retirada de las agujas que les dan en los centros de salud para la insulina porque les causan dolor y hematomas, no ha tenido éxito, de momento.
El SAS ha contestado en un comunicado que tomará medidas si sus análisis así lo aconsejan y que no las retira porque no hay constatación científica de lo que denuncian los afectados.
«Tras la adjudicación —dice el SAS en un comunicado— y ante la preocupación de estas asociaciones en la provincia de Sevilla, se ha iniciado un segundo estudio específico en el que se analizarán todas las cuestiones planteadas. A partir de los resultados de este estudio y, si se establecieran razones objetivas sobre dificultades en el manejo y sobre calidad, se tomarán las medidas oportunas para solventarlas, no pudiendo incumplir una adjudicación que se ha realizado con legalidad y transparencia sin datos contrastados desde la evidencia científica».
También se quejan los enfermos de que esta agujas se dispensan un día a la semana y durante una hora y que no se cumplen los planes y protocolos a pacientes diabéticos que conllevan una mayor dotación presupuestaria y humana para prevenir y tratar la enfermedad.
A todo ello el SAS responde que «en ningún caso, como se ha llegado a afirmar por parte de algunos portavoces de estas entidades, se han producido restricciones por motivos económicos en la atención a pacientes diabéticos» y que «está perfectamente definida y protocolizada, de forma que se garantiza el acceso a todo el material que requieren estas personas para su tratamiento y autoanálisis».
También dice que se «ha mejorado la dispensación de estos productos que se realizan en las consultas habituales de revisión de los usuarios evitando así desplazamientos innecesarios».
En cuanto a las acciones preventivas, diagnósticas, terapéuticas y de cuidados impulsadas desde Andalucía, a través del Plan Integral de Diabetes y con el apoyo de la Estrategia de Cuidados, asegura que han permitido mejorar la supervivencia y la calidad de vida de las personas afectadas en estos últimos años y que, de hecho, la mortalidad por diabetes en Andalucía ha experimentado una reducción progresiva en los últimos 25 años, pasándose de los 26 casos registrados por 100.000 habitantes a los 9 casos por 100.000 habitantes en este periodo.
Alrededor de un millar de personas se manifestaron ayer en Sevilla convocadas por la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía Saint Vicent (FADA SV), con el objetivo de denunciar la situación que viven a diario miles de personas con diabetes de esta comunidad «al tener que utilizar, para su tratamiento, agujas de mala calidad que causan dolor y hematomas y que incumplen, claramente, el Protocolo de Asistencia a las Personas con Diabetes en Andalucía», dijo el presidente de esa entidad, Francisco Pérez Barros.
Explicó que si Salud «no nos llama para ver cómo está la situación, el mes próximo convocaremos una nueva manifestación», puesto que «ya está en marcha el concurso público en Málaga, Cádiz y Huelva y tememos que pase lo mismo que en Sevilla».
Por su parte, el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno respaldó ayer las demandas que formulan los enfermos y recordó que el pasado mes de octubre se aprobó por unanimidad en el Parlamento andaluz una iniciativa del Grupo Popular que recogía «mejoras concretas» para una mejor atención a los diabéticos andaluces «que no se ha cumplido».
Sólo en Sevilla hay 16.000 personas afectadas por la mala calidad de las agujas y no faltan familias abocadas a comprarlas en la farmacia y gastar al mes 40 euros en dos cajas para los seis pinchazos diarios que precisan.
Denuncian que las agujas malas las dispensan desde el pasado mes de mayo que cambió la distribuidora. Exigen la vuelta a las anteriores.