En el último control solo le dieron 10 tiras reactivas, cuando necesita 120 unidades por mes.
El Programa Federal Incluir Salud (PROFE) continúa sumando reclamos. Un adolescente de 16 años, que hace tres se le diagnosticó diabetes, recientemente recibió insumos para cubrir apenas tres días de tratamiento.
Petrona es la mamá de Javier –un chico insulinodependiente-, y junto con sus otros cinco niños residen en Las Juntas, en el Norte Chico de Belén, a 30 kilómetros de la cabecera departamental.
Desde hace un año Javier recibe una pensión por su enfermedad y, desde que le diagnosticaron diabetes, una vez al mes debe viajar con su mamá hacia el Hospital de Niños para realizarse los estudios de control. Solamente en pasajes, Petrona debe pagar casi $1.200.
Desde Las Juntas hasta la ciudad de Belén, el boleta cuesta $45, y desde esta localidad hasta la Capital, el precio del pasaje es de $240. Esta madre de seis chicos –todos ellos en edad escolar- recibe la Asignación Universal por Hijo. Éste es su único ingreso fijo de dinero, porque no tiene trabajo estable. "Tenemos al cosecha de la nuez, pero por el cambio de Gobierno ya no hay trabajo”, contó.
La situación de su hijo Javier requiere de atención. Mensualmente deben viajar hasta la Capital para que el chico se realice los controles de rutina en el Hospital Interzonal de Niños y, de paso, para retirar la medicación. "El PROFE me entregaba un recibo para retirar en el Ministerio de Salud la medicación”, remarcó.
Sin embargo, desde noviembre PROFE no tiene insumos y la cartera sanitaria colabora con este programa pero no alcanza para cubrir el tratamiento de Javier. El miércoles le entregaron apenas 10 tiras reactivas –una caja trae 25 unidades y alcanza para una semana-, cuando el adolescente necesita controlarse el nivel de azúcar tres veces al día. "Sin control, no sabe cómo tiene la glucemia. Vive con eso”, comentó Petrona.
Muchas veces, esta mamá debió acudir por ayuda a la radio local y, afortunadamente, de este modo siempre encuentra a alguna persona generosa dispuesta a ayudar. Al respecto, los médicos del Hospital de Niños remarcaron que muchas veces a los chicos con diabetes el PROFE les entrega insulina en frascos, cuando lo óptimo es con el sistema de lapicera. "Tratándose de chicos, siempre se debe procurar brindar los mejores recursos y no lo más obsoleto”, advirtieron.
Pese a la distancia en la que Javier vive, ningún organismo de la Provincia acerca hasta Las Juntas o Belén la medicación. Según contó Petrona, en alguna oportunidad le enviaban la encomienda con las tiras reactivas y la insulina, "pero el paquete estaba abierto”. Por lo que consideró que era mejor, aunque afrontando el gasto de su propio bolsillo, tener que viajar a la ciudad.
Por el momento, comentó la mamá, Javier se encuentra estable y asiste a la escuela en Las Barrancas. Está cursando el 5to. Año del secundario. "Por suerte está bien y no tiene ningún problema”, expresó.
La situación de Javier no es la única, pero el agravante es que se trata de un chico con una patología de base. En los últimos meses, los reclamos de pacientes beneficiados con el PROFE por la falta de cobertura o la demora en la entrega de medicamentos es constante.
