La diabetes es una enfermedad que, en la actualidad, no tiene cura. No obstante, los estudios no cesan y con frecuencia salen al mercado nuevos tratamientos que mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Dialibre es la primera clínica que abre sus puertas en España, -en concreto en Madrid-, especializada en diabetes y nutrición pediátrica e integra en un mismo espacio tanto la atención médica y la psicológica así como los últimos avances en tecnología para el tratamiento de la enfermedad.
El plus de Dialibre
Este centro, que abrió el pasado 1 de marzo, es una iniciativa impulsada y coordinada por la pediatra Patricia Enes, quien asegura que “las cosas funcionan cuando todas las piezas del puzzle encajan”.
Es cierto que la diabetes afecta a muchos adultos pero no hay que olvidarse de que también es una enfermedad que está presente en los niños. Los estudios epidemiológicos calculan alrededor de 1.200 nuevos casos de diabetes en niños menores de 15 años por cada 100.000 habitantes al año.
Esto supone, según la pediatra, “que en España contamos con alrededor de 15.000 niños por debajo de los 15 años con diabetes y cerca de 30.000 casos entre los 15 y 25 años”, franja de edad que este centro atiende.
Enes matiza que la diabetes tipo 1 es la que predomina en los niños, “se estima que ocupa entre el 80-90% de los casos”.
La diabetes tipo 2 en los pequeños es poco habitual porque “la obesidad y el sobrepeso es frecuente pero en nuestro país están estabilizados”, añade, aunque este tipo de diabetes alcanza el 90 por ciento en los adultos.
La entrada a la clínica especializada en diabetes pediátrica.
La entrada a la Clínica Dialibre. Facilitada por ellos
Maria Seoane, directora ejecutiva de la clínica, detalla que los niños que acudan a este centro no van a tener la impresión de estar enfermos. Al contrario, “pensarán que es su día libre y nada más entrar tendrán una enorme sensación de paz”.
Dialibre, además de las consultas médicas, cuenta con una pequeña guardería, una cocina en la que enseñar a los pequeños cómo deben comer, y hasta una sala para que hagan talleres de fotografía y de cortometrajes.
El objetivo final es que sus pacientes desarrollen una autonomía gracias al abordaje integral que allí reciben mediante la atención médica y la psicológica, la tecnología y telemedicina, y la educación diabetológica.
La tecnología inmersa en la diabetes
En lugar de que el paciente se tenga que adaptar al tratamiento de la diabetes, las nuevas tecnologías aplicadas a esta enfermedad, lo que intentan conseguir es que éste se adapte a las personas afectadas.
Patricia Enes, pediatra y directora médica de la clínica Día Libre.
Patricia Enes, pediatra y directora médica de la clínica Día Libre. Facilitada por la clínica.
La pediatra indica que con este tipo de tecnologías se refieren principalmente a dos servicios con los que cuenta la clínica:
La monitorización continua de glucosa: Este sistema permite obtener información sobre los niveles de glucosa cada 5 minutos a través del líquido intersticial y también es capaz de mostrar la tendencia. ¿Significa que me está subiendo la glucosa o que me está bajando?
Bombas de insulina: Se pueden programar. En el caso de los niños son muy útiles porque mientras que con la pluma de insulina se pueden administrar dosis mínimas de 0,5 unidades, con la bomba, esa dosis es menor, es de 0,025 unidades con lo que se pueden corregir pequeñas variabilidades glucémicas. Hay que tener en cuenta que los requerimientos basales de los pacientes son muy distintos a lo largo de la vida y también en cada momento del día.
La lenta incorporación de las bombas de insulina
La incorporación de esta tecnología en la edad pediátrica en España es más lenta que en otros países.
Un niño jugando en la clínica.
Un niño jugando en la clínica. Facilitada por la Clínica Dialibre.
Patricia Enes señala que aquí es utilizada por alrededor de un 5% de pacientes en edad pediátrica con diabetes tipo 1 mientras que en otros países como Eslovenia su uso es de un 75% y en Dinamarca de un 59%.
Esta diferencia tan importante se debe principalmente, según la doctora, a dos razones:
Impacto de recursos económicos.
La mayoría de las sociedades de diabetes y los hospitales dicen que hay falta de personal en las unidades de pediatría entrenados para su utilización y en los que hay personal entrenado no disponen del tiempo suficiente para dedicarse a ello.
Situación de la investigación
La doctora Enes detalla que las principales vías de investigación se centran en:
Una de las partes del centro Dialibre.
Una de las partes del centro Dialibre. Facilitada por la clínica.
Tratar de revertir la enfermedad cuando se produce: Intentan que mediante los trasplantes de células pancreáticas se revierta la enfermedad. Ahora se consigue pero sólo por un período de tiempo porque el propio sistema inmune -que una vez atacó las células pancreáticas y causó la destrucción selectiva de estos islotes pancreáticos que producen la insulina- pueden volver a hacerlo aunque se trasplanten las nuevas células.
Desarrollo de insulinas más inteligentes: Métodos que sean capaces de actuar por sí solos. Ya existen los parches de insulina inteligentes que intentan imitar la función que tiene el páncreas y por ello tienen unas enzimas que son capaces de detectar la glucosa en cada momento y en función de eso secretan la cantidad de insulina que necesita el paciente.
Estas dos vías, explica, “están en gran desarrollo pero aún no son una realidad de tratamiento para el general de la población con diabetes”.
El objetivo final es que los niveles de glucosa en sangre estén controlados y eso suponga el mínimo esfuerzo por parte del paciente.