En la mesa redonda del XXVII Congreso Nacional de Diabetes, se ha puesto de manifiesto que el paciente diabético tiene hasta 6 veces más riesgo de sufrir una fractura por fragilidad ósea.
El médico endocrinólogo y profesor de Medicina de la Universidad de Granada, Manuel Muñoz Torres, ha destacado como factores causantes de este riesgo el propio efecto que tiene la hiperglicemia sobre la calidad del hueso.
En conjunto con ello, las complicaciones macro y microvasculares y comorbilidades que lleva habitualmente aparejada la diabetes (obesidad, hipertensión, dislipemias, problemas renales), también ejercen su influencia negativa sobre la salud ósea.
Según el Doctor, el problema no derivaría del déficit del hueso, sino, más bien, de su mala calidad, ya que, según dice, las personas con diabetes, especialmente tipo 2, tienen una densidad ósea mayor que la población no diabética.
A esto se suman los efectos negativos que tienen sobre el hueso algunos fármacos indicados en el tratamiento de la enfermedad. Entre estos medicamentos se encuentran las glitazonas, que provocan alteraciones óseas de interés en poblaciones especialmente vulnerables, es decir, ancianos o mujeres postmenopáusicas.
También indicó que, si bien son fármacos eficaces y seguros, deben indicarse con precaución especial en aquellas poblaciones sensibles.
Un riesgo que se añade son también los episodios de hipoglicemias, especialmente en personas de edad avanzada, ya que son más propensas a sufrir caídas y, consecuentemente, fracturas. Por esta razón, la insulina debe emplearse siempre de forma controlada, teniendo en cuenta este posible riesgo asociado.
Ante estos riesgos Muñoz destaca: "Estas personas precisan de unas medidas particulares para prevenir la aparición futura de fracturas óseas, siendo fundamental que su médico les advierta de este riesgo y les informe sobre medidas convencionales para evitar estas alteraciones. En cualquier caso, la primera medida de prevención de fractura ósea en estas personas debe ser, sin duda, asegurar que tengan bien controlada su diabetes, evitando para ello el empleo de aquellos hipoglucemiantes que puedan elevar el riesgo de fragilidad ósea".