Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el Hospital La Milagrosa se ha sumado al conjunto de iniciativas llevadas a cabo por todo el país y ha organizado una campaña de concienciación para prevenir la retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera en los países desarrollados.
De hecho, según señala la doctora María Capote, especialista en el tratamiento de retina del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa, la prevalencia de la retinotapatía diabética, es de un 25% en pacientes diabéticos, es decir uno de cada cuatro pacientes diabéticos, presenta algún grado de retinopatía.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la enfermedad crónica daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido encargado de trasmitir la información visual al cerebro.
Factores de riesgo de la retinopatía diabética
Son varios los factores pueden influir en el desarrollo y la severidad de la retinopatía diabética:
-Niveles de azúcar en la sangre. Un control de los mismos puede ayudar a retrasar y controlar la aparición y progresión de la enfermedad.
- Presión arterial. Mantenerla controlada reduce el riesgo de progresión de la retinopatía diabética y el deterioro de la agudeza visual. Una presión arterial elevada daña los vasos sanguíneos, aumentando las posibilidades de problemas en los ojos. La presión arterial ideal para la mayoría de las personas con diabetes debe ser menor que 130/80 mmHg.
- Duración de la diabetes. El riesgo de desarrollar una retinopatía diabética o de que progrese, aumenta con el tiempo. Tras 15 años con diabetes, un 80% de los diabéticos tipo 1 desarrolla retinopatía diabética. Después de 20 años, hasta el 60% de los afectados por el tipo 2, también desarrolla la enfermedad.
- Niveles de lípidos en la sangre (colesterol y triglicéridos). Los niveles altos de estos lípidos en la sangre puede llevar a una mayor acumulación de exudados, los depósitos de proteínas que se filtran en la retina. Esta condición se asocia con un mayor riesgo de pérdida visual moderada.
-l Origen étnico. La retinopatía diabética puede producirse en cualquier persona con diabetes, pero los afroamericanos, latinos y nativos estadounidenses tienen más riesgo sufrir la enfermedad visual porque también tienen más propensión a desarrollar diabetes.
El embarazo. La gestación produce cambios en la visión y puede aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad e incluso progresar si ya se padece. Afortunadamente, hay datos que indican que estos cambios pueden revertirse después de dar a luz si son tratados y no hay un incremento en la progresión a largo plazo de la enfermedad.
Antecedentes familiares. Como ocurre en casi todas las enfermedades, poseer antecedentes es un riesgo añadido de desarrollar diabetes, y por tanto es conveniente las revisiones oftalmológicas para detectar precozmente la retinopatía.
Síntomas, mejor adelantarse y prevenir
Desafortunadamente, la retinopatía diabética no ofrece ninguna señal de advertencia precoz que alerte de su presencia. Por ese motivo, es importante que los pacientes no esperen a tener síntomas y se revisen la vista anualmente.
No obstante, es importante tener en cuenta estos signos que pueden ser una advertencia:
- Visión borrosa o visión doble
- Destellos de luz, lo que puede indicar un desarrollo precoz de una catarata o alteraciones en la retina.
-l Un velo, nube, o rayas de color rojo en el campo visual, o manchas oscuras o flotantes en uno o ambos ojos, lo que puede indicar hemorragia
-Puntos ciegos o en blanco en el campo visual
Prevenir la retinopatía diabética
Gracias a la Tomografía de Coherencia Óptica, una tecnología puntera de referencia para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades de la retina y del nervio óptico, a través de una exploración rápida, sencilla y no dolorosa, el especialista obtiene gran información de las estructuras más importantes del ojo.
Además, permite realizar la prueba a través de pupilas muy estrechas, y sin necesidad de echar gotas para dilatarlas.
Con esta técnica se logra estudiar las estructuras tanto superficiales como profundas del ojo: la córnea, el ángulo camerular, la mácula, el nervio óptico...Sus resultados precisos y objetivos ayudan en el diagnóstico, tratamiento, seguimiento y prevención de las enfermedades oculares.
Tratamiento de la retinopatía diabética
En todas las etapas de la enfermedad, señala la Dra. María Capote, el tratamiento fundamental es mejorar el control metabólico, controlando los niveles de glucosa en sangre.
En las etapas tempranas, sólo con este control estricto, puede haber una mejoría de las alteraciones vasculares que se detectan.
En etapas más avanzadas, se cuenta con tratamiento farmacológico como son los fármacos antiangiogénicos, para evitar el crecimiento y malformación de vasos sanguíneos en la retina y los fármacos antiinflamatorios. Este tipo de tratamiento combinado en ocasiones con terapia láser, permite el control de la enfermedad, explica la oftalmóloga. En ocasiones es necesaria la cirugía vitReorretiniana para los casos más severos.
FUENTE: La Razón