Volvemos a tener una noticia de esas que nos demuestran que los avances tecnológicos pueden ayudar a la ciencia y la medicina, que es lo mismo que decir que la tecnología puede ayudar a velar por la salud de las personas, algo que nos encanta.
En esta ocasión la protagonista es Google, una compañía cuyas incursiones en el campo de la medicina proliferan cada vez más, como demuestra también su apuesta por la medicina de impulsos eléctricos.
Ahora la compañía con sede en Mountain View ha dado a conocer un avance que está desarrollando junto a su Inteligencia Artificial. Según encontramos en Engadget los expertos de Google llevan unos años entendiendo cómo funciona la Retinopatía Diabética con vistas a lograr que su Inteligencia Artificial pueda detectarla.
Diagnóstico clave
La Retinopatía Diabética es un problema bien conocido por muchos pacientes de diabetes. Se trata de una complicación producida cuando la enfermedad daña los vasos sanguíneos de la retina y puede derivar en ceguera del paciente. El principal problema es que es bastante difícil de encontrar, de forma que cuando es detectada suele ser demasiado tarde para actuar contra ella.
El avance que proponen los investigadores de Google consiste en enseñar a la Inteligencia Artificial a detectar los síntomas y realizar un diagnóstico preventivo. Como algunos ya os estaréis imaginando, todo este proceso es y será posible gracias a la técnica del deep learning.
De momento, la Inteligencia Artificial se ha puesto a trabajar con un conjunto de 128.000 imágenes de pacientes, las cuales han sido examinadas también por un grupo de entre 3 y 7 oftalmólogos seleccionados de un grupo total de colaboradores compuesto por 54 especialistas.
Estos especialistas han ido marcando en las imágenes los pequeños daños y problemas que iban reconociendo, es decir, posibles microaneurismas, hemorragias,… Y finalmente los resultados se han ido introduciendo en la máquina para poner a prueba los conocimientos y desarrollar una nueva técnica de reconocimiento.
Google deep learning - Comienzo esperanzador
Pues bien, los resultados y conclusiones obtenidos de ese primer estudio parecen haber sido todo un éxito. Eso sí, hay que entender que por ahora el trabajo se ha desarrollado con imágenes en 2D y ahora hay que llevar la tecnología más allá y conseguir el mismo ratio de resultados con imágenes 3D.
Si todo va según lo previsto, el grupo de investigadores de Google podrá ponerse próximamente a realizar estudios con un grupo clínicos de pacientes reales y, futuriblemente, terminar obteniendo la aprobación de las autoridades médicas para poner en práctica su método de detección y prevención.