Si en la orina hay presencia de la proteína llamada albúmina podría revelar daño en las estructuras más delicadas de los riñones y requerir tratamiento médico. De no atenderse a tiempo, la afectación en estos órganos puede ser considerable, al grado que se requerirá trasplante.
“Cuando la albúmina en la orina supera los 150 miligramos podemos hablar de albuminuria, sobre todo en pacientes con diabetes”, refiere el doctor Víctor Argueta Villamar, urólogo del Servicio de Nefrología del Hospital General de México.
De haber albuminuria se producirá inflamación en los glomérulos, que son las unidades funcionales de los riñones, y de ser progresivo el daño provocará fallo renal.
En la etapa temprana de la enfermedad, la eficiencia en el filtrado de los riñones disminuye, lo que ocasiona que las proteínas sanguíneas se pierdan a través de la orina. Más adelante, los riñones se ven imposibilitados de remover los desechos de la sangre.
Una notable pérdida de albúmina provoca retención de líquidos en el paciente y se manifiesta con hinchazón en cara, ojos y piernas.
Cuando el problema apenas empieza es casi imperceptible. Sin embargo, para determinar la cantidad exacta de albúmina se requiere examen de orina recolectada en 24 horas, además de análisis de sangre.
Cabe enfatizar que si el paciente es diagnosticado y tratado oportunamente, la lesión glomerular puede revertirse. En el 50 por ciento de los casos es posible restituir la salud renal, e incluso la cifra se eleva al 70 por ciento cuando se actúa a tiempo.
Si el tratamiento de albuminuria no se inicia a tiempo, la enfermedad evoluciona hasta provocar fallo renal; en forma progresiva, los riñones pierden la capacidad de limpiar sangre, excretar desechos, concentrar la orina y conservar electrolitos.
Sin embargo, pacientes bien cuidados y atendidos por este método tienen sobrevida superior a los 15 años.