La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se diagnostica por primera vez durante del embarazo. No debe ser causa de alarma ya que, si se tienen ciertos cuidados, no representa peligros para la mamá ni el bebé.

Dado que usualmente no presenta sintomatología, como rutina se les realiza a todas las mujeres embarazadas un estudio llamado prueba de tolerancia a la glucosa entre las semanas 24 y 28 de gestación para detectarla. Si no se toman ciertas medidas para tratar este tipo de diabetes, puede traer serias consecuencias a corto y largo plazo para mamá y bebé.

Algunos consejos alimentarios para mantener los niveles de glicemia controlados durante el transcurso del embarazo son los siguientes:

· Seguir una dieta equilibrada y variada: esto significa que incluya alimentos de todos los grupos en las proporciones adecuadas y distribuidos de forma equilibrada a lo largo del día, de modo que el azúcar en sangre permanezca más estable.

· Realizar un buen desayuno: ya que por la mañana los niveles de azúcar en sangre están más descompensados, se debe cortar con el ayuno nocturno, lo cual también mantendrá más estables los niveles de glicemia en el día.

· Incluir muchas frutas y verduras en todas las comidas: ya que aportan fibra, lo cual contribuye a que los niveles de azúcar no se eleven bruscamente después de comer.

· Limitar el consumo de alimentos y bebidas que contengan azúcares simples (productos de repostería, azúcar de mesa, refrescos, dulces, postres, golosinas, jugos) ya que elevan muy rápidamente los niveles de azúcar en sangre. Se pueden sustituir por edulcorantes o productos dietéticos sin azúcar.

· Consumir cantidades moderadas de carnes magras y grasas saludables, como la del pescado, los frutos secos, la palta o algunos aceites vegetales.

· Consumir cantidades moderadas de granos enteros como pan, cereales, pasta, arroz, vegetales con almidón como papa o boniato, maíz o arvejas.

· Hacer 4 comidas y 2 colaciones diarias. No saltearse comidas y no pasar largas horas sin ingerir alimentos.

· Hacer ejercicio moderado: los estudios muestran que contribuye a que el cuerpo procese la glucosa y los niveles de glicemia se mantengan de forma adecuada.

· Acudir periódicamente a un profesional de la salud que ajuste el menú de acuerdo a los niveles de glicemia, peso, preferencias, dificultades, etc.

Fuente: Guía Infantil