Un informe del Consejo de Imágenes del Colegio Americano de Cardiología, que se publica este lunes en ‘Journal of the American College of Cardiology: Cardiovascular Imaging’, encuentra que algunas herramientas, como la prueba de esfuerzo o de exploración de calcio coronario, podrían ser útiles para determinar el nivel de riesgo de enfermedades del corazón en personas con diabetes tipo 2.
Con esta información, los proveedores de salud podrían igualar la intensidad de la terapia con el nivel de riesgo de patologías cardiacas en sus pacientes con diabetes tipo 2.
“Al evaluar adecuadamente el nivel de riesgo de enfermedad coronaria, los médicos sabrán cuándo prescribir estrategias de tratamiento más agresivas y menos agresivas para sus pacientes –dice Matthew J. Budoff, investigador principal en LA BioMed y presidente del grupo de redacción del informe–. Aunque los datos más recientes indican que el riesgo de enfermedad coronaria para las personas con diabetes tipo 2 es menor de lo que se creía anteriormente, sigue siendo fundamental evaluar adecuadamente el riesgo y proporcionar las estrategias adecuadas de atención”.
El documento señala que varios tipos de pruebas pueden ayudar a los médicos a medir el riesgo de enfermedades del corazón en pacientes con diabetes tipo 2. Entre ellas, están la prueba de esfuerzo, en la que los pacientes se ejercitan mientras están conectados al equipo de monitoreo porque puede detectar la isquemia “silenciosa” o reducciones en el flujo de sangre al corazón en pacientes sin signos de enfermedad cardiaca.
Las patologías de las arterias coronarias, que a menudo llevan a ataques al corazón, se desarrollan como resultado de la acumulación de placas de colesterol que pueden calcificarse en las arterias coronarias. Este calcio se puede detectar mediante una exploración cardiaca con tomografía computarizada (TAC), que puede ayudar a identificar a los pacientes de mayor riesgo y llevar a mejores tratamientos.
El informe señala que del 25 al 30 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 se considera ahora en bajo riesgo de enfermedad coronaria por la ausencia de la aterosclerosis coronaria o la placa en las arterias coronarias. Los autores creen que estas recomendaciones pueden indicar la necesidad del cribado de pacientes con diabetes tipo 2 para los depósitos de calcio y un estudio funcional en aquellos con acumulación sustancial de calcio para determinar si también están sufriendo de isquemia. Asimismo, creen que se necesitan más estudios para determinar si este enfoque podría conducir a mejores resultados.