El director del departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, en Pamplona, Javier Salvador, ha apuntado hoy que el crecimiento de la diabetes en España se ha convertido en un problema de salud pública que requiere la intervención de la Administración.
"Es un problema de salud pública, donde la Administración tiene que tomar cartas en el asunto", ha reclamado Salvador, antes de intervenir en Soria en las jornadas sobre actualización en la diabetes, incluidas en el programa de Soria Saludable, de la Fundación Científica Caja Rural de Soria.
El incremento de la diabetes se debe a los cambios en el estilo de vida en los últimos años, "donde la sobreingesta y el sedentarismo es la norma", ha lamentado en declaraciones a EFE.
Salvador ha resaltado la importancia de concienciar a la sociedad sobre este problema sanitario y la necesidad de que siga un estilo de vida saludable.
En este sentido ha apuntado que combatir la diabetes debería ser una prioridad de la política sanitaria de las administraciones españolas, por el gran abanico de problemas derivados que genera en la salud.
Salvador ha reconocido la preocupación existente entre la comunidad médica por el crecimiento de los casos de diabetes, sobre todo tipo 2.
En España hay una tasa aproximada del 14 por ciento de la población con diabetes, de la cual "sólo la mitad es consciente del diagnóstico".
Salvador ha resaltado la importancia de "destapar" estos casos, para poder aplicar el tratamiento más adecuado.
La prevalencia va aumentando, según ha apuntado, de la mano del crecimiento de la obesidad entre la población española, "que hace que el páncreas trabaje más y peor".
Salvador ha señalado que la diabetes puede afectar desde a la vista a los riñones pasando por los nervios periféricos, en los que genera sensación de calambres, hormigueros e incluso dolores, además de ser responsable de accidentes cardiovasculares.
"Tenemos que detectarla lo antes posible y enseñar a los pacientes a controlarse", ha subrayado.
Salvador ha señalado que la mejor prevención posible es evitar la obesidad, a través de la dieta alimentaria y el ejercicio, sobre todo en las personas con antecedentes.
Además ha destacado la importancia de detectar precozmente la enfermedad, a través de un análisis de glucosa, a partir de los 45 años una vez cada tres años.