Al igual que la anorexia y la bulimia, la diabulimia es un trastorno ocasionado por la insistencia en adelgazar, pero se expone la salud y la vida.
Aunque no se cuenta con cifras específicas del número de casos en los municipios del Estado de Sonora y México, la práctica ha ido en aumento y se debe parar, aseguró el coordinador delegacional de Nutrición en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado.
“Se da en los adolescentes y en aquellos que padecen o nacen con una dependencia a la insulina, a lo que conocemos como diabetes tipo 1”, Fredy Nava Raygoza.
Los diabéticos del tipo 1 son aquellos que deben administrarse insulina para mantener su calidad de vida, manifestó, pero por el aumento de peso y los malos hábitos disminuyen su dosis en busca de perder algunos kilos de más.
Este trastorno no es detectado en muchas ocasiones en los hospitales o por parte de los padres de familia, ya que se confunde con las descompensaciones, alertó el especialista.
El cuidado que se debe mantener al tener una diabetes de cualquier tipo conlleva esfuerzos, y entre ellos debe destacar el de la alimentación y la medicación, subrayó, para evitar efectos secundarios y mayores consecuencias.
“El costo de esta práctica es muy grande (diabulimia), el no aplicarse la insulina trae repercusiones en la descompensación de la glucosa en la sangre, lo que hacen es incrementar los niveles de glucosa y esto genera mayor cantidad de orina, y esto puede llevar a una deshidratación como primera repercusión”, advirtió.
Un edema cerebral es otra de las consecuencias a las que pueden llegar los jóvenes que practican la diabulimia, destacó, así como a los problemas renales, de la vista, retinopatías diabéticas, neuritis periférica y lo más grave es que pueden caer hasta la hemodiálisis y en la muerte.
Se expone la salud
La pérdida acelerada de peso mediante este método es excesivamente rápida, expuso, pero el llegar de las consecuencias también.
El mantenimiento del peso adecuado según la edad y la estatura no es difícil con los métodos de la correcta alimentación y el ejercicio, aunque lo parezca, resaltó el coordinador delegacional de Nutrición en el IMSS.
Tanto médicos como el núcleo familiar de los adolescentes con diabetes 1, principalmente de las mujeres, deben estar alertas a las señales claras de la catalogada como enfermedad.
Las señales
“Un ejemplo claro es la glucosa en ayunas pero es fácil de manipular, lo más idóneo es la hemoglobina glucosilada, debe andar en un 5.7 de porcentaje, otro parámetro es la constante hospitalización, se pueden ver alterados los periodos menstruales, se presenta mucho de los 14 a los 18 años”, describió el especialista.
Las conductas sicológicas se deben observar y tratar de manera inmediata como parte de la recuperación, agregó, ya que la exigencia de los cuerpos y figuras estilizadas pueden ser uno de los factores que generan el trastorno.
“En otros Estados es más frecuente”, enfatizó, “va muy relacionado con la anorexia y la bulimia, la alerta más fácil es ver que se está perdiendo peso muy rápido, que una persona con diabetes tipo 1 ha perdido hasta 7, 8 kilos en una semana, esta pérdida severa no habla de otra cosa más que de una descompensación metabólica”.