La FDA (Agencia Americana del Medicamento) ha aprobado hoy el uso del primer páncreas artificial automático, denominado MiniMed 670G y que funciona como una boba de insulina.
La tecnología, la ciencia y la innovación persiguen mejorar las condiciones de vida de las personas que padecen diabetes. Ahora, la confirmación de la aprobación del uso de un nuevo dispositivo denominado MiniMed 670G constituye un gran avance para los que sufren esta enfermedad metabólica.
La diabetes tipo 1 requiere que los pacientes se inyecten insulina para tenerla controlada. Este páncreas artificial automático funciona como una bomba de insulina que se conecta de forma inalámbrica con un sensor subcutáneo que mide el nivel de azúcar en sangre. Este es capaz de inyectar las dosis necesarias de insulina de forma continua y automática sin que el usuario tenga que realizar ninguna acción.
La batería comestible que permitirá diagnosticar enfermedades desde dentro
Lo único imprescindible es estimar la cantidad de hidratos de carbono que el usuario del dispositivo va a ingerir con las comidas para que la bomba compense dicha ingesta. El MiniMed 670G ha sido aprobado, por ahora, para pacientes mayores de 14 años, aunque está en marcha un estudio para determinar si es posible su uso en niños de 6 años de edad en adelante.
Un algoritmo inteligente
Además del funcionamiento y la monitorización automática, su fabricante ha revelado que el algoritmo del MiniMed 670G aprende progresivamente datos acerca del usuario, lo que le permite optimizar sus ajustes de forma mucho más exacta que con las tradicionales inyecciones de insulina.
Las personas con diabetes que han formado parte del estudio clínico previo a su aprobación por parte de la autoridad sanitaria de EE UU (FDA) han conseguido bajar su nivel de A1C (hemoglobina glucosilada), un indicador a largo plazo del nivel de azúcar en sangre, y además, han conseguido reducir en un 44 por ciento y en un 11 por ciento el tiempo que pasan con niveles bajos y altos de azúcar respectivamente frente a los valores obtenidos cuando realizaban el control del nivel de azúcar de forma manual.
Todavía es preciso mejorar el sistema, puesto que hay que cambiar el sensor de forma manual y realizar calibraciones periódicas. Eso si, el tubo mediante el que el dispositivo inyecta la insulina puede usarse entre dos y tres años y la bomba es de carácter sumergible.
Ahora, el reto futuro es el diseño de un páncreas artificial que pueda implantarse en el cuerpo de los pacientes. Por lo pronto, este MiniMed 670G se trata de una gran solución para los diabéticos. En la siguiente infografía puedes ver resumido el funcionamiento del dispositivo.
Así funciona el Minimed 670G para diabéticos de tipo 1