La “vacuna contra la diabetes” fue un plan para un fraude por medio de un tratamiento durante un año y generar un negocio con ganancias de hasta mil 123 millones de pesos, esto de acuerdo a la cantidad de pacientes en el país y clientes potenciales del que fue calificado como un producto milagro por la a Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
La cura contra este padecimiento “no existe”, confirmó ayer el titular de esta comisión, Mikel Arriola. Señaló que este mal afecta a casi 10 por ciento de la población, es decir, 11 millones 233 millones de personas, a quienes se les ofreció una procedimiento que no está aprobado por esta dependencia ni por la Secretaría de Salud y que podría causar graves daños.
Para difundirlo, la Fundación Vive tu Diabetes AC incluso convocó a media semana a una rueda de prensa, presumió que su producto revolucionario contaba con los permisos correspondientes y anunció que para conocerlo los interesados podrían acudir a foros con un costo de 100 pesos.
Desde la noche del jueves fue asegurado producto de dicha asociación así como el inmueble donde operaban, localizado en Paseos del Bosque 206, Paseos de Taxqueña, en la delegación Coyoacán. Además dieron de baja dos sitios de Internet y la publicidad de esta vacuna.
El procedimiento nombrado como “autohemoterapia” fue presentado por Salvador Chacón Ramírez y Lucila Zárate Ortega, presidente de la referida fundación y ella, titular de la Asociación Mexicana para el Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Autoinmunes.
Arriola confirmó que ya hay una denuncia del caso ante el Ministerio Público para que determine la probable responsabilidad legal de ambos implicados.
Por su parte, en entrevista con La Razón, el comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris, Álvaro Pérez, explicó que por los delitos de falsa publicidad en materia sanitaria, es decir, la venta de productos milagro que carecen de sustento científico, se prevén sanciones de hasta un millón 120 mil pesos.
Explicó que no dieron a conocer el precio final del producto, ni si éste ya estaba disponible, pero recalcó que hasta el momento no hay denuncias de personas que hayan recibido el procedimiento.
Alertó que no hay evidencia de los efectos de este tratamiento, pero alertó que al aceptar métodos alternos los pacientes tienden a evitar un tratamiento formal y la supervisión de un médico especializado.