Bautista Díaz (9) tiene diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune que afecta a millones de personas en el mundo y no tiene cura. Sin embargo este pequeño afronta su dolencia con gran valentía y hasta en la escuela les enseña a sus compañeritos cómo controlar su enfermedad.

A los 5 años Bautista sufrió un cuadro de cetoacidosis diabética que lo dejó en coma por tres días y desde entonces comenzó la travesía para la familia Díaz.

“Fue bastante impactante la noticia porque no teníamos ni idea de dónde estábamos parados y no sabíamos nada de la enfermedad”, cuenta Luciana, mamá del pequeño, a El Periódico.

“Les digo que me tengo que pinchar”

Así le cuenta Bautista a sus compañeritos de cuarto grado de la Escuela Normal cómo tiene que controlar su diabetes. Va con su medidor de glucosa y cada vez que tiene que pincharse es todo un acontecimiento, tanto para los compañeros como para las docentes.

“Les muestro cómo se hace. Me pincho el dedo, saco una gotita de sangre y me controlo. Yo como que ya no siento nada, pero los chicos se espantan”, cuenta Bautista con una risa cómplice. Con sus palabras les explica a sus amigos que se mide la glucemia, que debe tener entre 70 a 150 mg/dl, que es lo normal, y que si tiene más o menos comienza a sentirse mal.

Cada año, cuando Bautista avanza de grado, la familia Díaz debe explicarle a las nuevas docentes del chico los recaudos y precauciones que deben tener ante la diabetes. “No hay otro alumno en la escuela que padezca la misma enfermedad, entonces cada grado que va pasando le vamos hablando a cada maestra”, asegura Luciana.

Bautista Díaz y su mamá Luciana.

Vida sana

Para sobrellevar su enfermedad el pequeño tuvo que adquirir hábitos de vida saludables. La alimentación sana y la actividad física son los pilares en los que se sostiene el cuidado de todos los pacientes diabéticos.

“Como variado-cuenta el niño-, zanahorias, lechuga, manzanas, muchas frutas y verduras, pero a la escuela me llevo cereales”. A la vez, Bautista practica fútbol en una escuelita.

“Bautista es muy valiente-reconoce Luciana mientras mira a su hijo- le enseñamos a que no baje los brazos y él no lo hace, le da pelea a su enfermedad”.

Los Díaz sostienen que aceptar y respetar la enfermedad es esencial para salir adelante, además de tener acceso a toda la información disponible y contar con un apropiado acompañamiento profesional y familiar.

Bautista no quiso dejar nuestra Redacción sin dejar un mensaje para todos aquellos que padecen la enfermedad u otros males: “Tienen que pelearla para salir adelante”.

Dificultades

Pese a que desde 2014 existe una ley que garantiza la cobertura del 100% de los medicamentos y reactivos de diagnóstico a todos los que padecen diabetes, en la actualidad los enfermos todavía tienen que pelear contra las obras sociales para obtener sus insumos.

“Nos cuesta conseguir muchos medicamentos, siempre aparece una complicación. Por suerte la Asociación Diabéticos Unidos de San Francisco está muy cerca y dispuestos a ayudarnos”, dice Luciana.