La Asociación de Diabéticos de Jerez realiza su II Curso NutriChef para niños de entre cuatro y 16 años que tienen esta enfermedad. El objetivo principal es inculcar una dieta rica y saludable.
"Susana, creo que la prueba me tocaba a las 11:30", le dice una de las pequeñas cocineras a Susana Pica, vicepresidenta de la Asociación de Diabéticos de Jerez (Adije). Ella, enfermera que trabaja en la parte de pediatría del Hospital, organiza un año más, junto con Nutrialia, el curso de NutriChef. Este programa se desarrolla durante cinco días del verano.
En la primera jornada los niños participan en un apartado teórico donde van interiorizando los grupos de comidas y los alimentos que son más necesarios para su dieta. Y de martes a viernes está el apartado práctico, momento en el que cocinan ensaladas, pinchos de frutas, pastas, arroces…
Es un proyecto lúdico en el que los pequeños celíacos, que padecen diabetes o intolerancia a la lactosa, prueban "nuevos alimentos, nuevos sabores” que están incluidos en una dieta saludable; además de enfrentarse a retos culinarios por equipos. Con delantal blanco y libreta en mano, Susana Pica repasa todas las horas que tiene apuntadas por nombre, una lista para no olvidar que se tomen "la prueba" a su hora, así lo llaman entre ellos.
“La diabetes es una enfermedad muy silenciosa”, comenta la vicepresidenta de Adije. El 90% de los que participan en los talleres padecen diabetes de tipo 1A. Es un tipo de diabetes autoinmune que provoca que el propio cuerpo cree anticuerpos contra las células betas, que son las células que crean la insulina. De ahí que desde pequeñitos tengan que estar portando bombas de insulina. Hay nuevas tecnologías diseñadas por centros de investigación farmacológico-político, pero fuera de estos medios, no hay investigaciones independientes para conocer el nacimiento de la diabetes de tipo 1A.
“Una vez te inyectas la insulina no hay marcha atrás. Es como la heroína, el cuerpo te lo pide”
Adije no solo crea cursos para que los niños sean conscientes de la variedad de alimentos que pueden tomar o de cómo deben utilizar las bombas de insulina. No solo busca concienciar a padres y niños para que la diabetes pierda la connotación de enfermedad en la sociedad, sino que la asociación jerezana también destina fondos para DiabetesCero, un movimiento de padres y niños diabéticos que lucha por la investigación.
“Yo particularmente pienso que la diabetes es un timo de los laboratorios para pagar presidencias. La campaña de Obama la pagaron los laboratorios farmacéuticos”, apunta Javier Serrano, padre de dos niñas diabéticas, a lo que añade: “Una vez te inyectas la insulina no hay marcha atrás. Es como la heroína, el cuerpo te lo pide”. A sus hijas les diagnosticaron diabetes en 2015 con una diferencia de 15 días entre las dos. Una el 30 de noviembre y a la otra el 29 de diciembre. ¿Cómo es que todo fue tan repentino? “Ni idea, no hay causa de la diabetes”, responde el padre. Confiesa que antes de la noticia desconocía qué ocurría con esta enfermedad, pero pronto se puso en contacto con Adije y se metió de lleno para empaparse de todo lo que debía conocer sobre la enfermedad.
Las madres son las que más se vuelcan con los niños en este tipo de proyectos. Algunas están en la junta directiva de Adije, cuando hace tres años decidieron tomar el relevo de la asociación para dedicarse, desde cerca, a los infantes; pero muchas otras simplemente son socias y madres colaboradoras. Nutrialia orquesta las recetas, las herramientas de cocina y algunas elaboraciones que cuecen previamente antes de las diez de la mañana; hora a la que comienza la prueba. Tienen un total de dos horas para realizar dos platos, un primero y un segundo. Entre los grupos de cocina podemos encontrar hamburguesas de lentejas, berenjenas al vapor con tres gustos y tomates rellenos de ensalada de pasta de arroz elaborado por el grupo de los más peques, entre otras recetas.
Una de las grandes sorpresas de la mañana ha sido la llegada de Raquel Naranjo, semifinalista de la cuarta edición de MasterChef
La Asociación de Diabéticos de Jerez enfatiza en la enseñanza de los grupos de comida. Es necesario que sepan diferenciar qué es un hidrato de carbono y la posición de los alimentos en la pirámide alimenticia. “Es importante la variación de menús, la diversidad de ingredientes”, e intentan aprovechar el mayor número de verduras y legumbres. Así como la pedagogía, también se cultiva la amistad: “Sí, somos amigas y nos vemos mucho. Hacemos cenas de navidad, cursos de nutrición…”, expresan Lucía y Violeta, participantes del curso culinario creado por Adije y Nutrialia.
Simulando a los talent show de cocina escogen a un capitán por equipos, pero realmente luego no hay premios. No gana uno, sino que ganan todos. Se sienten ganadores al interiorizar todo lo que han aprendido. Sin embargo, la asociación también ha querido darle un detalle playero a cada uno de los minichefs. Para ellos, una de las grandes sorpresas de la mañana ha sido la llegada de Raquel Naranjo, semifinalista de la cuarta edición de MasterChef. “Los diabéticos somos tan famosos que han venido a vernos”, comenta una niña exaltada por la presencia de la concursante. Terminando las elaboraciones y emplatando, algunos aprovechan para hacerse alguna que otra foto con Raquel.
“A nadie le gustan los brócolis, son árboles verdes, son extraterrestres”, cuchichean algunos de los pequeños cocineros. Pero en su gran mayoría, los alimentos que utilizan son aceptados y engullidos por los comensales. ¿Quién realiza la degustación? Entre todos prueban los platos. Los padres van llegando a mediodía para recogerlos, y mientras ellos se sirven y alaban los resultados; los niños presumen, bailan y juegan al fútbol. “Intentamos inculcar una educación diabetológica y ayudar en la gestión familiar. No es solo necesario centrarse en la comida, sino que también promovemos un equilibrio en todos los ámbitos: actividades físicas, alimentación, insulina…”, apunta Susana Pica.