Los campamentos de verano para niños y adolescentes con diabetes tipo 1 son positivos para ellos ya que aprenden sobre la enfermedad y, además, mejoran su autoestima e independencia, según la Fundación para la Diabetes.
En un comunicado, esta Fundación ha subrayado los beneficios de los campamentos de verano para niños con diabetes, siempre y cuando cuenten con un equipo de profesionales (enfermeros, médicos, dietistas, psicólogos) que vigilan el bienestar del pequeño durante esos días.
La diabetes tipo 1, que precisa tratamiento diario con insulina, afecta en España a 30.000 niños menores de 14 años.
Según el asesor en Diabetes Pediátrica de esta fundación, Roque Cardona, estos campamentos ayudan al niño a aumentar su independencia, ya que normalizan el hecho de vivir con diabetes y mejoran su educación diabetológica a través del aprendizaje práctico.
Debido al aumento de la actividad física de los niños durante el campamento, Cardona ha explicado que es habitual disminuir la cantidad de insulina necesaria y que el equipo de profesionales es el encargado de valorar la toma de insulina de cada niño.
El proyecto 'Campamentos con Diguan', impulsado por la Federación Española de Diabetes (FEDE) y en el que participarán más de 800 niños y adolescentes, imparte talleres de salud emocional dirigidos por psicólogos expertos que ayudan a los pequeños a mejorar sus emociones.
Para FEDE, la atención psicológica siempre ha sido una de las grandes olvidadas en el tratamiento de la diabetes.
La psicóloga clínica experta en diabetes, Gemma Peralta, ha apuntado que "estos talleres pretenden trabajar situaciones reales en la vida de estos adolescentes que generan las emociones menos positivas".
Como por ejemplo, cuando los diabéticos llegan a casa y se les pregunta inmediatamente por el azúcar o cuando los padres les llaman con frecuencia al móvil y también se les enseña a tratar una hipoglucemia mientras están con sus amigos.
El presidente de FEDE, Andoni Lorenzo, ha aseverado que estos campamentos no solo son una excelente herramienta para ayudar a los menores a adquirir responsabilidades con respecto a su diabetes, también "son positivos para los padres, quienes comprobarán que sus hijos ganan en confianza e independencia en lo que concierne a su patología".