Afirman que han puesto al menos 70 reclamaciones, pero que la Consejería de Sanidad les pone "excusas" desde finales de 2015 Sanidad dice que primero hay que formarles.
Un grupo de madres de niños con diabetes de Tenerife denuncia a este periódico que no disponen de agujas del 4 o del 5 para pinchar a sus hijos. Aseguraron que desde finales de 2015 solo les suministran agujas del 6, a pesar de las múltiples reclamaciones que han puesto ante la Consejería de Sanidad. Calculan que de un grupo de más 70 madres y padres, todos han puesto al menos una reclamación.
Esther Ligero afirma que el endocrino desaconseja utilizar agujas del 6 porque pueden generarse "lipodistrofias pediátricas". Algunas de las madres han adjuntado a sus quejas imágenes con los hematomas que les provocan a sus hijos los pinchazos con las agujas que les facilitan.
Las primeras respuestas a sus reclamaciones hacían referencia a que la compra se tenía que hacer por concurso (aunque no se aclaraba por qué este se había retrasado). Ni una palabra sobre las fotos de los hematomas que se adjuntaron ni sobre el informe que hizo el pediatra que reseña que "presenta hematomas en la zona de punción".
Una vez fallado y firmado el nuevo concurso (el pasado mes de abril), "a primeros de mayo" entraron en los almacenes "los tamaños 6 y 8, y a finales de mayo, el de 4 mm".
Sin embargo, estas últimas no se han podido repartir aún porque "se irán suministrando a medida que se asegure un conocimiento correcto de su utilización por parte de los pacientes a los que se les entrega", según explicó Sanidad a este periódico.
La Consejería explica que la aguja de 4 mm es "totalmente novedosa" y que, por este motivo, "a lo largo del mes de junio se han realizado 10 sesiones de formación de carácter obligatorio para los profesionales de toda el área de salud" y que esta misma semana "se ha comenzado la distribución a los centros de las agujas de 4 mm".
Ahora, son estos profesionales de salud los que tienen que formar a los padres de niños con diabetes en el uso de estas agujas. "El tamaño de las agujas y la técnica de administración tienen una relación directa con la eficacia del tratamiento", subrayan desde la área de Salud de Tenerife.
Por ello, añaden, "sería una atención incompleta" distribuir las agujas y "no asegurar este conocimiento por parte del usuario".
Las madres, sin embargo, no entienden tantas dilaciones y aseguran que son ellas las que tienen que sufragar (como pueden, muchas veces pidiendo dinero a la familia porque no tienen ingresos) las cajas de agujas del 5. "Las agujas de 5 mm no se distribuyen por parte de la gerencia desde hace dos años", afirman desde Sanidad.
Sin embargo, en Las Palmas sí que se reparten. Aunque los padres consultados dicen que no son de buena calidad.
"Que les den las del 6 del concurso nuevo"
La Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT) quiso destacar que el área de Salud de Tenerife había contado en todo el proceso de adquisición de agujas con la asociación. "En el comité evaluador ha habido profesionales de la ADT", subrayó Fran Darias, gerente de la asociación.
Reconoció que se habían producido retrasos por el cumplimiento del trámite administrativo, pero destacó que ya estaban en los centros de salud las de 6 mm del concurso nuevo. En este sentido, recomendó a las madres afectadas que pidieran las del 6 "del nuevo concurso", que no son "de mala calidad" como las del anterior. "No se deberían distribuir las del concurso anterior, que eran de muy mala calidad", subrayó.
Dijo que la ADT se sentía "satisfecha" porque por primera vez se había planteado "un plan de formación" de los profesionales y de los padres, "algo inédito" hasta la fecha por parte de la Administración.
Darias se mostró convencido de que "en cuestión de semanas" se van a repartir las nuevas agujas, que tienen "una diferencia técnica importante" respecto a las anteriores.
Madres como Esther Ligero, sin embargo, se quejan del "abandono" en el que están los niños diabéticos y de que si ni siquiera les dan agujas, ya ni hablar de las bombas de insulina.
Darias reconoce que las bombas están en las prestaciones públicas sanitarias, pero que en la zona Norte de Tenerife se están colocando pocas debido "al poco personal" especializado del HUC: solo un pediatra endocrino. En Gran Canaria, dice, la situación en niños es aún peor.