Un oligopolio farmacéutico dispara el precio de la insulina aprovechando la eclosión de la diabetes
El precio de la insulina se ha triplicado en 10 años en un mercado dominado por las multinacionales Novo Nordisk, Sanofi y Elly Lilly
La Organización Mundial de la Salud publicó el pasado 7 de abril, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, su primer informe mundial sobre esta enfermedad en el que cifraba en 422 millones de personas los afectados por el exceso de glucosa en sangre, habiéndose casi multiplicado por cuatro el número, ya que en 1980 era de 108 millones, habiendo duplicado la prevalencia mundial (normalizada por edades) de la enfermedad, que ha pasado del 4,7% al 8,5% de la población adulta, siendo la española superior, del orden del 9,4% y del 10,6% en hombres.
La gravedad de estas cifras ha estimulado el apetito de las compañías farmacéuticas que afrontan un negocio fabuloso en la batalla contra esta epidemia. Datos recientes publicados por la American Medical Association (JAMA) muestran que el precio de la insulina, inyección necesaria para tratar a los pacientes que ya no responden a las pastillas, se ha triplicado, habiendo pasado de 4,34 dólares por mililitro en 2002 a 12,92 dólares en 2013, lo que supone que el tratamiento anual de un paciente con necesidad de insulina se acerque ya a los 800 dólares (700 euros).
La International Diabetes Federation, que agrupa a las asociaciones nacionales de 170 países, incluido España, calcula que en 2030 el número de diabéticos superará los 550 millones de personas, que afortunadamente contará con medicamentos baratos debido a la expiración de patentes, pero cuyo acceso a los más modernos, en especial a la insulina más eficaz, será prohibitivo. La industria farmacéutica productora de insulina es un oligopolio en el que mandan la danesa Novo Nordisk, que se atribuye el 47% del mercado, la francesa Sanofi Aventisy la estadounidense Elly Lilly.
El negocio es de fábula. Nordisk obtuvo el año pasado un beneficio récord de 4.670 millones de euros, con un aumento del 32% sobre el año anterior, y un margen enorme ya que su facturación fue de 14.500 millones de euros (al cambio de coronas). La propia compañía estima que su insulina es suministrada a 24 millones de personas y en pocos años llegará a 40 millones. El 85% del negocio de la multinacional danesa procede de la diabetes, y la extensión de esta enfermedad y el precio de su insulina ha conseguido que sus acciones se revaloricen el 800% en diez años a pesar de la profunda recesión económica vivida...
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