La diabetes puede reducir la fertilidad de los varones porque esta enfermedad se ha asociado a diversos factores de riesgo que afectan a la capacidad reproductiva masculina, como la disfunción eréctil, los trastornos eyaculatorios, o el hipogonadismo (disfunción de los testículos).
El riesgo de infertilidad se incrementa si existe un mal control de la glucemia, un aumento del índice de masa corporal (IMC), o resistencia a la insulina.
Aunque las disfunciones sexuales son habituales en los pacientes con diabetes, solo a algunos se les realiza un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Sin embargo, aunque las disfunciones sexuales son habituales en los pacientes con diabetes, solo a algunos se les realiza un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Por ello, y con motivo de la celebración de las XIV Jornadas del Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), expertos de esta sociedad han señalado que el laboratorio de andrología resulta clave para diagnosticar y tratar problemas como la azoospermia y los trastornos de la eyaculación.
Según estos especialistas la falta de espermatozoides en el semen o la disfunción eréctil (dificultad o incapacidad para conseguir la erección), pueden ser un indicador de un cuadro complejo.
Para un correcto diagnóstico de la disfunción sexual es necesario, explican, realizar una entrevista clínica detallada al paciente en el que se detallen las enfermedades que puedan haber afectado a su salud reproductiva, y una exploración física que incluya el examen del aparato genital.
Los análisis de laboratorio, en los que se evalúen parámetros como el volumen y el pH de una muestra de semen pueden proporcionar una información muy valiosa a la hora de realizar el diagnóstico y elegir alguna de las opciones terapéuticas disponibles, desde tratamientos farmacológicos o intervenciones quirúrgicas, hasta técnicas de reproducción asistida como la obtención de espermatozoides del testículo y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).