En esta enfermedad crónica no puede regularse la cantidad de azúcar en la sangre, actualmente el padecimiento aumenta y afecta la vida de las personas en aspectos psicológicos y físicos.
Gloria Solano es licenciada en enfermería, cuenta con maestría y doctorado en ciencias de la enfermería, actualmente es responsable del departamento de extensión del área académica de enfermería dentro de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Arturo del Castillo Arreola es doctor en psicología y parte del profesorado de excelencia de esta máxima casa de estudios; juntos explicaron que uno de los aspectos de mayor importancia dentro de la calidad de vida de las personas con diabetes corresponde a la posibilidad de contar con una vida sexual plena.
Sin embargo, dentro de los factores psicológicos relevantes en el manejo de la enfermedad, el estudio de la sexualidad y los trastornos relacionados de los pacientes con este padecimiento es uno de los que menos atención recibe.
De acuerdo con el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de 2004, los sexuales se clasifican en deseo sexual hipoactivo, trastorno por aversión al sexo, trastorno de excitación en la mujer, trastorno en la erección en el hombre, trastorno orgásmico femenino, y masculino, eyaculación precoz, dispareunia y vaginismo, a estos problemas se agrega la disrritmia que significa la capacidad persistente de obtener satisfacción en una de las parejas debido a la diferencia en la frecuencia con la que se desea llevar a cabo la actividad sexual.
La tristeza como síntoma de depresión se presenta en muchas personas con diabetes, lo que afecta generar y mantener una erección, actualmente ambos doctores buscan encontrar si ocurre lo mismo con las mujeres en lo denominado respuesta sexual femenina que incorpora desde la fase de excitación, que en ocasiones las mujeres con diabetes presentan un nivel más bajo de apetito sexual o pueden presentar dolor durante las relaciones sexuales, de ahí que actualmente están realizan un estudio, el cual ha arrojado que la disfunción en las mujeres es común y también existe un problema en el área de excitación y el orgasmo, ya que muchas de las nuevas estadísticas dicen que existe un grande problema en el aspecto de la satisfacción sexual femenina.
Ahora es un problema real al existir una incidencia mayor en personas jóvenes que tienen una vida sexual activa frecuente y que estas dos circunstancias en hombres y mujeres están teniendo un impacto fundamental, de ahí que los doctores evalúen qué está ocurriendo en Hidalgo, detectar la prevalencia: cuántas mujeres y hombres con diabetes tienen ese problema, y después encontrar el peso de los factores biológicos, psicosociales, que generan esta situación, pero el obstáculo al que se enfrentan es que las personas no hablan sobre sus problemas sexuales, ellos recalcan que muchas mujeres están presentando estos problemas pero que no han encontrado el lugar adecuado para poderlo expresar, ahora son ambos doctores quienes analizan y ayudan a esta población.
La disfunción eréctil es el problema más común en hombres con diabetes, y es una condición médica que se define como la incapacidad para lograr o mantener una erección durante suficiente tiempo para actividad sexual satisfactoria. Los hombres con diabetes tienen de dos o tres veces más probabilidades de sufrir disfunción eréctil, y suelen presentar problemas de erección de 10 a 15 años antes que aquellos que no presentan esta enfermedad.
En el caso de las mujeres con diabetes tipo uno, menores de 40 años, la prevalencia de disfunción sexual es de 27 por ciento comparada con 15 por ciento en las mujeres sin la enfermedad; no existen estudios que indiquen si las mujeres con diabetes tipo uno están más predispuestas a presentar disfunción sexual que las pacientes del tipo dos, aunque varias investigaciones revelan que las mujeres muestran un mayor número de problemas sexuales que los hombres, debido al incremento de la prevalencia de a falta de deseo sexual en ellas.
La disfunción sexual más común en mujeres con diabetes es la disminución de la respuesta o excitación sexual, pero también presentan disminución en el deseo e interés sexual, dispareunia, o dolor asociado al coito, mayor dificultad para alcanzar el orgasmo, y menor satisfacción en la relación sexual; sin embargo, estudios recientes indican que los factores psicológicos parecen estar más involucrados en el origen de la disfunción sexual femenina que en la masculina, entre ellos se encuentra la depresión que es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres en población general.