La diabetes es una enfermedad conocida por nuestra población, y pese a que se asocia con el sobrepeso, no siempre esta característica se cumple. Por ello, los chequeos médicos se deben dar a tiempo, pues más de un millón de peruanos sufre de esta enfermedad sin saberlo, complicando su estado de salud. La crecida de pacientes con diabetes ha llegado a estar tan elevada, que se ha convertido en un problema de salud pública.
GLUCOSA. Es la cantidad de azúcar que hay en el organismo. Si esta se encuentra en valores normales, una personas no corre riesgo de sufrir una complicación. Pero en caso la diabetes se encuentre en un estado elevado, el mal puede tornarse serio. Actualmente, existe un grupo de personas que desconocen que padecen de la enfermedad, generando un riesgo mayor de sufrir un infarto al corazón.
Incluso muchos no se dan cuenta que tienen diabetes hasta padecer de un problema cardiovascular. Max Acosta, médico endocrinólogo del Instituto Peruano Endocrino Cardiometabólico, afirma que el 70% de las personas con diabetes tienen algún problema cardiovascular, ya que la ausencia de síntomas hace inadecuado el manejo de la salud, sin entender qué pasa con el organismo y desatando un problema mortal.
PREVENCIÓN. El control debe ser primordial para un paciente y para aquellas personas que tienen cierta disposición a tener la enfermedad.
Los problemas con la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos también pueden generar un mal cardiaco. Si usted se suma a las filas de los pacientes con problemas al corazón, es importante someterse a chequeos para evitar una patología que empeore su estado.
Incluso, las personas que no tienen la enfermedad deben cuidarse de ambos males, dejando de lado el consumo del cigarrillo, la gaseosa y el café. Otra recomendación es mantener una constante rutina de ejercicios, con 30 minutos de caminata, por 5 días a la semana.
Recuerde que la salud es un bien que no se puede descuidar por malos hábitos. La diabetes es una de las enfermedades más peligrosas que no solo reduce enormemente la calidad de vida de quien la padece, sino que puede llevar a la muerte.