"El exceso de peso, el sedentarismo y las dietas cargadas de grasa, azúcares comunes, sal y muchas calorías, son la principal fuente para desarrollar diabetes.", Doctor Félix M. Escaño.
Coordinador de la Unidad de Diabetes Hospital General de la Plaza de la Salud La diabetes, enfermedad conocida desde los tiempos más remotos de la antigüedad, sigue siendo una gran preocupación médica debido al crecimiento epidemiológico en todo el mundo y sobre todo en los países con economía emergente como el nuestro. Esta preocupación se debe especialmente a las complicaciones cardiovasculares -que son la primera causa de muerte-, las diálisis, las amputaciones…
Se estima que existen cuatrocientos quince millones de diabéticos en el mundo a la fecha, y de continuar este crecimiento progresivo, se espera para el año 2040 el número ascenderá a seiscientos cuarenta y dos millones, según el reporte del Atlas de Diabetes de la Internacional Diabetes Federation (IDF por sus siglas en inglés) presentado en el último congreso mundial de diabetes en Vancouver, Canadá, el día primero de diciembre de 2015.
En nuestro país el Estudio sobre los Factores de Riesgo Cardiovascular en República Dominicana (EFRICARD) que realizamos conjuntamente con la Sociedad de Endocrinología y Cardiología, el Departamento de Investigaciones del Instituto de Cardiología y el SeNaSa coordinado por el doctor Rafael Pichardo, encontramos en los operativos médicos que existen en el país un 10 % de diabéticos en la población y ya con alteraciones de la glucemia en ayunas (conocidos como personas “camino a la diabetes”) un 15 %, lo cual significa que más de un millón de dominicanos tiene la enfermedad o alguna alteración del azúcar en ayunas.
A la luz de las múltiples investigaciones nacionales e internacionales, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una complicación frecuente del diabético “mal controlado” por lo que el control y prevención de los factores de riesgo que se presentan en esta enfermedad es muy importante.
Factores de riesgo. Dentro de estos factores de riesgo existen los llamados “modificables” y los “no modificables” que toda persona debe tener pendiente.
Factores de riesgo modificables son aquellos que pueden erradicarse con un cambio en el estilo de vida: obesidad o sobrepeso, hipertensión arterial, aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, erradicación del sedentarismo, dieta rica en calorías, sal, grasas y carbohidratos simples como azúcar común, miel y melaza.
Factores de riesgo no modificables se consideran la edad, el sexo y la influencia genética.
Alimentación y diabetes. Hay que recordar que cada vez que ingerimos alimentos, el cuerpo fabrica inmediatamente la hormona insulina para digerir los mismos que al cabo de dos horas deben estar ubicados en las diferentes áreas del organismo con la finalidad de que el corazón dé latidos, la sangre circule por nuestras venas y arterias, el cerebro funcione etc.
En el diabético, esta fábrica de insulina se deteriora y falla, permitiendo que los alimentos ingeridos “suban el azúcar” (glucemia) y que este exceso se deposite en las paredes de las arterias de todos los órganos del cuerpo provocando necesariamente las enfermedades cardiovasculares que incluyen la angina de pecho, muchas veces indolora, infarto cardiaco, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial sistémica y que se ven agravadas por el aumento del colesterol, triglicéridos y la misma glucemia.
Por esto insistimos en que el exceso de peso, el sedentarismo y las dietas cargadas de grasa, azúcares comunes, sal y muchas calorías, son la principal fuente para desarrollar diabetes y consecuentemente, debilidad cardiovascular.
La insulina es necesaria para la vida
La insulina fue descubierta en Canadá en 1921 por los profesores Frederick Banting, de Canadá, y Charles Best, de Estados Unidos, cuando le extirparon el páncreas a una perrita llamada Margorie y que presentó los síntomas de la diabetes (orinadera, mucha sed, pérdida peso, deshidratación etc.). A partir de entonces esta hormona se industrializa y se utiliza en todo el mundo.
La insulina es necesaria para la vida. En los niños diabéticos prácticamente no se produce insulina y hay que suministrarla diariamente en inyecciones (es la llamada diabetes tipo 1) en las personas con más de 40 años se le presenta la llamada diabetes tipo 2. En este caso hay una producción parcial de insulina por el páncreas y se controla bien con dieta, pastillas y ejercicios.
La insulina debe ser administrada al organismo mediante inyecciones debido a que si es por la boca (pastillas), los jugos digestivos del organismo la destruyen, se ha fabricado una insulina que viene en spray como las bombitas de los asmáticos que está en prueba.
Hay diferentes tipos de insulina que se diferencian según el inicio de acción después de inyectada. Se trata de la insulina rápida, lenta y ultralenta.
Las personas en sobrepeso u obesas tienen mucha insulina, pero la misma “no actúa” porque la grasa impide su función. Por eso, bajar de peso es parte de la solución.
Diabetes, ¿quién está en riesgo de padecerla?
Basado en las evidencias médicas realizadas a través de múltiples investigaciones, se considera que el corazón del diabético es idéntico al de una persona que ha sufrido un infarto sin ser diabética. Esto se presenta con gran frecuencia en personas obesas en una proporción de ocho obesos a un delgado.
Afortunadamente para los diabéticos, la ciencia médica brinda hoy en día la oportunidad de realizarse sus análisis en el hogar con aparatitos de fácil uso y respuesta inmediata, que orientan para saber cómo anda su metabolismo y por otra parte, disponer de múltiples medicamentos en pastillas así como las diferentes modalidades de insulina para su buen control y mejoría en la calidad de vida.
Recomendaciones. Queda el reto a la población de prevenir la enfermedad en aquellos que tienen mayor riesgo para desarrollarla:
a) Por tener familiares cercanos con diabetes.
b) Estar en sobrepeso u obesidad.
c) Padecer hipertensión arterial.
d) Tener aumento del colesterol y triglicéridos.
e) Madres que hayan tenido hijos con nueve libras o más.
f) Tomar ciertos medicamentos en la rutina diaria.
g) Contar con más de 45 años de vida.
h) Padecer de quistes de ovarios.
i) Mantener una alimentación rica en grasas, azúcares y sal.