Los programas organizados de alimentación y ejercicio ayudan a retrasar la aparición de la diabetes en los grupos de riesgo, según indican nuevas recomendaciones.
La Comisión Especial de Servicios Preventivos Comunitarios, un grupo de expertos independientes en salud pública y prevención, solicitó una revisión de 53 estudios sobre 66 programas de promoción de dietas y actividad física. Los estudios se hicieron entre 1991 y 2015.
La comisión halló evidencia de que esos programas reducen la cantidad de nuevos casos de diabetes, según publica el equipo en Annals of Internal Medicine.
"Si una persona hace ejercicio y come mejor, reducirá el riesgo de desarrollar diabetes", dijo el doctor Patrick L. Remington, coautor de las recomendaciones diseñadas en nombre de la comisión. "Pero si sólo se le dice a alguien que coma mejor y haga ejercicio, eso no funciona".
Los programas de promoción alimentaria y física incluían aprofesionales de salud y personas entrenadas que trabajaron directamente con los participantes durante por lo menos tres meses con consejería, orientación y apoyo durante distintas sesiones.
Algunos también habían incluido especialistas como nutricionistas, fisioterapeutas, con programas de alimentación y ejercicio individualizados y metas para adelgazar. Los programas estaban orientados a los adolescentes y los adultos con "pre-diabetes".
"En general, las personas con alto riesgo de diabetes (adultos y niños) tienen sobrepeso/obesidad y son sedentarias", dijo el autor principal de la revisión, doctor Ethan Balk, de Brown University, Providence, Rhode Island.
La revisión demostró que los programas comunitarios ayudaron a adelgazar, a reducir los valores de glucosa en sangre y el riesgo de que la prediabetes se convirtiera en diabetes. Algunos también disminuyeron la glucosa en sangre y mejoraron los niveles de colesterol. No surgieron efectos adversos asociados.
Una evaluación económica de la comisión demostró, también,que los programas eran costo-efectivos. La mitad de losparticipantes habían pagado menos de 653 dólares y los costoseran más bajos si los programas eran grupales o de atenciónprimaria.
Señaló que existen gimnasios y clubes que ya proporcionaneste tipo de programas con una tarifa accesible. Es "alarmante", según opinó, "que no estén integrados a la atención de rutina del sistema de salud. Diseñamos un sistema sanitario para tratar personas enfermas, no para prevenir las enfermedades".
El primer paso sería modificar las actitudes de los profesionales de la salud, ya que, según comentó, muchos médicos piensan que la diabetes no se puede prevenir con cambios del estilo de vida.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, 13 de julio del 2015.
(Reuters Health)