Unos investigadores han puesto de manifiesto una conexión entre la diabetes y el mal de Alzheimer, proporcionando pruebas adicionales de que esta enfermedad que roba a las personas sus recuerdos podría estar promovida por un exceso de azúcar en sangre.
Si bien muchos estudios anteriores han señalado la diabetes como un posible contribuyente al desarrollo del mal de Alzheimer, el nuevo estudio (en ratones) muestra que niveles elevados de glucosa en sangre pueden incrementar rápidamente los niveles de la beta-amiloide, un componente esencial de las placas nocivas que se forman en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Se cree que la acumulación de esas placas es un factor temprano de activación de la compleja serie de cambios que el mal de Alzheimer ocasiona en el cerebro.
Lo descubierto por el equipo de la investigadora Shannon Macauley, de la Escuela de Medicina de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, sugiere que la diabetes, u otros trastornos que dificultan el control de los niveles de azúcar en sangre, pueden tener en la función cerebral efectos dañinos hasta ahora no tenidos en cuenta, y empeorar las afecciones neurológicas como el mal de Alzheimer.
El vínculo entre las dos citadas dolencias descubierto por Macauley y sus colegas podría abrir un camino hacia el desarrollo de nuevos tratamientos médicos.