La mitad de los padres de niños con diabetes en edad escolar ha tenido que modificar de alguna manera su actividad laboral para poder atender a su hijo de forma apropiada, según el “Estudio sobre necesidades de niños con diabetes en edad escolar”, realizado por la Fundación para la Diabetes.

Esta enfermedad implica un cambio en el estilo de vida y la puesta en marcha de cuidados especiales que exige más tiempo y conocimiento por parte de su entorno más cercano (padres u otros familiares y profesores), pues, en algunos casos, estos niños deben llevar cada día al colegio la insulina que necesitan.

La investigación, basada en las encuestas realizadas a 880 madres y padres de niños con diabetes de entre 3 y 16 años, muestra un lado positivo en la manera de percibir esta enfermedad en la sociedad, pues en los colegios hay más integración y menos rechazo hacia los pacientes infantiles con diabetes: el 84% de los casos han sido los propios niños quienes han dado a conocer a sus compañeros de clase que padecen diabetes y la práctica totalidad hace deporte con sus compañeros.

Y si se compara este estudio reciente con otros datos de hace menos de diez años, se estima que la situación ha mejorado de forma paulatina en algunos aspectos como es la práctica deportiva en los colegios.

¿Cómo lograr la integración escolar del niño con diabetes?

La Fundación para la Diabetes lo resume en tres puntos:

1.- Todos los centros del sistema de enseñanza público deberían disponer de información y formación suficientemente actualizada para facilitar al niño un estilo de vida saludable y un entorno seguro.

2.- Contar con profesionales debidamente preparados en todos los colegios donde haya niños con diabetes, con el fin de que puedan atenderles y hace frente a posibles emergencias.

3.- Adecuada coordinación entre los centros de salud y los colegios para ofrecer a los profesores apoyo ante la presencia de posibles complicaciones.

Sin embargo, se advierte también que en el grupo de edad de niños menores de 6 años el 27% de los padres habían encontrado más problemas en el centro escolar, mientras el 16% afirmaron haber variado la pauta de controles de glucemia o de insulina por falta de colaboración en el centro escolar.

“Los padres consideran necesario capacitar al profesorado y al resto del personal de los centros educativos para resolver situaciones cotidianas, así como la existencia de personal de enfermería en cada colegio”, afirma el psicólogo Iñaki Lorente, experto en diabetes y patrono de la Fundación para la Diabetes.

Además, el 70% de los padres reclamaba que los centros escolares contaran con un profesional sanitario para poder atender y controlar los niveles de glucemia de estos niños e inyectarles la insulina, un 5% había tenido que cambiar a su hijo de colegio y el 4% denunció que no se había admitido al niño en el centro.

“Es necesario subrayar que, aunque los profesores, así como sus compañeros conocen que estos niños tienen diabetes, todavía es necesario incrementar la información y formación a los docentes para facilitar al niño un estilo de vida saludable y un entorno seguro y especialmente para saber cómo manejarla en los centros escolares en caso de emergencia", concluye la psicóloga Marina Beléndez, profesora de la Universidad de Alicante, además de coautora de este trabajo.